La cuarta pelicula de la saga Bourne no me convencio, algo que por supuesto es mi culpa, quiza esperaba algo más, mucho más de hecho, y es que las tres cintas anteriores son una de las mejores peliculas de espias de los ultimos años, por más que el exceso de verborrea, la complejidad que en veces resulta más confusa que compleja, por la edición y filmación que apelan por el sentido documental dejando a mucha parte del publico indispuesto, lastren un poco el asunto, esta sigue teniendo el mismo problema de una trama demasiado enmarañada, pero aqui los personajes repiten todavia más los mismos dialogos, asi que nos explican las cosas una y otra y otra vez lo cual resulta cansino y a diferencia de lo que creyeron los guionistas no logran que la historia se entienda mejor, las peliculas anteriores no tenian tan marcado este problema o al menos no lo recuerdo.
Lo que tiene esta cinta es que es más sencilla de entender y sobretodo de ver, a diferencia de las anteriores el director Tony Gilroy la graba al más puro estilo convencional con lo que es más accesible para el publico en general, asi que grabada como una palomera pelicula hollywoodense se convierte en eso, en una disfrutable cinta para disfrutarse con palomitas y refresco mientras se levanta por más hielo, y es que no se cuenta nada nuevo, más bien la cinta cuenta lo que sucede en la tercera cinta pero con otros personajes, asi que mientras Bourne esta acabando con el gobierno y la CIA, en esta el soldado geneticamente alterado Aaron Cross (Jeremy Renner) intenta escapar del gobierno que ahora quiere liquidarlos para limpiar la evidencia mientras descubren lo mismo que ya sabemos porque nos lo mostraron en la cinta anterior.
Es decir que sin nada nuevo que mostrarnos todo se reduce a las escenas de acción bien grabadas de Renner que parecen haberse copiado al carbon de las otras cintas de Bourne, mención aparte a la buena escena de la cabaña, y a Rachel Weisz gritando y pataleando histerica toda la cinta, increible que un personaje tan ridiculo sea pasable en manos de una profesional como ella, este crossover funciona aunque no aporta nada, a no ser el posible regreso del original Jason Bourne como al parecer sucedera, y es que la saga Bourne es de Matt Damon y eso se nota cuando la parte más emocionante de la cinta es verlo en fotografias, al igual que los guíños a la tercera cinta que acaba justamente donde acaba esta.
Calificación: Palomera