Despues de tantas peliculas sobre el polo norte, los pingüinos y el calentamiento global ya daba flojera ver otra más que se sumara al tema pero cuando un documental es hecho por el maestro Werner Herzog no queda de otra más que darle una oportunidad ya que seguramente tiene algo más que ofrecer, y claro que el documental ofrece muchisimo más porque como es de esperarse Herzog no esta ahi para filmar un documental de pingüinos como él mismo lo dice al comenzar sino que lo que realmente le interesa son esos personajes obsesivos, enfermos, locos, extravagantes, extraños, frikis, etc. que siempre pueblan sus peliculas con la diferencia de que aqui son personas, no personajes.
Werner Herzog viaja a la estación de McMurdo en la Antartida y ahi encuentra a muchas personas "extravagantes" a las que entrevista, mostrando además las impresionantes imagenes tipos postales y enseñando los problemas de rigor que ha causado el calentamiento global. Aqui lo interesante es que Herzog no se conforma con entrevistas especificamente acerca de su trabajo sino que los deja hablar libremente y los consulta sobre las razones que los llevaron hasta el fin del mundo y sus pensamientos sobre... cualquier cosa que se les ocurra a ellos o al obsesivo director, de esa manera el director nos muestra a todos los bichos raros herzognianos que poblan McMurdo; un banquero gringo que se salvo de ser linchado en latinoamerica y que ahora conduce un camión, un pesado filosofo que opera maquinaria, un lingüista que mantiene un vivero mientras se lamenta, un biologo aficionado al cine de ciencia ficción, un buzo rockero, un soldador que supuestamente es descendiente de la realeza azteca, una nerd de computadora que ha viajado por todo el mundo y un "ermitaño" investigador que desde hace años vive con los pingüinos.
Algunas partes del documental son excelentes como la entrevista al tipo obsesionado con los pingüinos aguantando las preguntas de Herzog; "¿Hay pingüinos gays? ¿Los pingüinos se vuelven locos?" y de aqui nace la mejor escena de la pelicula, cuando un pingüino no se dirije a comer ni a a la colonia sino que se dirige a las montaña simplemente para morir inexplicablemente e irremediablemente, tambien la comica escena del entrenamiento, las historias de estos pobres diablos y la conclusión de Herzog de que no falta mucho para que nos llegue la hora y los humanos seamos eliminados de la faz de la tierra, todos esos detalles son los que elevan el nivel del documental de Herzog que en lugar de preocuparse mucho por los animales, por las imagenes (por más que algunas de las que logran son más que impresionantes) o por el calentamiento global (que ya se ha convertido en una moda new age como el maestro Herzog sabe) se enfoca en las personas obsesivas que tanto le obsesionan.
Calificación: Notable