19/10/23

Cinecritica: Cómprame un Revolver

"COMPRAME UN REVOLVER" ("ÍDEM", MÉXICO - COLOMBIA, 2018) DE JULIO HERNÁNDEZ CORDÓN
La pequeña Huck (Matilde Hernández Guinea, una agradable sorpresa que destila dulzura) vive con su padre drogadicto Rogelio (Rogelio Sosa, bien) quien se dedica a cuidar, preparar y dar mantenimiento a un campo de beisbol para que lo usen cuando deseen los narcos, ya que estamos en un futuro no muy lejano, de hecho parece que esta a la vuelta de la esquina, en este posible futuro todo es dominado por el narcotráfico, que ha reducido drásticamente la población femenina debido a los gustos que nunca quedan claros, pero uno intuye que van desde la violación hasta la trata y el simple gusto por la muerte, debido a esta situación y a que ya se llevaron a su mujer y primogénita el siempre nervioso Rogelio esconde a su hija detrás de una mascara y un casco de beisbol, la hace pasar por niño y la llama Huck, una reducción de cierto famoso personaje clásico de Mark Twain.

En este México donde los niños son encerrados en jaulas, donde el narcotráfico domina todo, donde la vida no vale nada y se juega beisbol armado y con chalecos una pequeña niña pasa los días ayudando a su amoroso padre a tener a punto el campo para que los delincuentes no se molesten y viviendo aventuras con unos niños huérfanos que parecen salir de esa misma literatura, los chicos le enseñan a Huck como sobrevivir y se ponen como meta rescatar el brazo cortado de uno de ellos por parte de los narcotraficantes. El ritmo de la cinta es bueno y siempre sucede algo, ademas el hecho de que este contado desde la perspectiva de la pequeña hace que el lente miseria tan usado en este contexto no aparezca, y nunca rehuye al humor, incluso en las situaciones más inusitadas como esa excreción forzada para poder salvar el pellejo del líder de esa región (Sostenes Rojas).

Así
 que en menos de hora y media se nos presentan a los personajes y su mundo distópico, y tenemos escenas tan buenas e hilarantes como la tensión del juego de beisbol con Huck escondiendo drogas, la mencionada excreción y una lluvia de balas con mala puntería, ahí donde queda claro que Rogelio hace lo que hace para sobrevivir, no tiene opción, esta amenazado, controlado y a merced de los que dominan, quienes ademas lo manipulan drogándolo, y por supuesto el suplicio que es ese inacabable viaje en el desierto para asistir forzados a una fiesta con múltiples retenes donde cada uno eleva la tensión a más no poder, esa ridícula y ruidosa fiesta final donde queda claro quienes son en realidad esos verdugos y finalmente ese viaje en balsa donde la protagonista toma una decisión que es toda una declaración de intenciones, una agradable fabula que nos permite ver el terror que vivimos desde una mirada más accesible pero igual de terrorífica.

Calificación: Vale la Pena

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