Cinecritica: El Recuerdo de Marnie

EL RECUERDO DE MARNIE (OMOIDE NO MANI, JAPÓN, 2014)

Hacia la mitad de la cinta la seria Anna (voz de Sara Takatsuki) se pregunta a si misma ¿quien es Marnie (voz de Kasumi Arimura)? y nosotros nos preguntamos lo mismo sumándole quizá la pregunta ¿que es Marnie? y no porque no tengamos claro quien es físicamente sino porque no entendemos quien o que es en realidad, asi de compleja es la trama de la cinta y mas a partir de ese momento donde las cosas se comienzan a poner raras y sinsentido, claro que siendo la obra de despedida del estudio Ghibli, es decir del estudio de nada mas y nada menos que el maestro Hayao Miyazaki, todo tiene sentido y al final las cosas que parecían totalmente arbitrarias y aleatorias se cerraran de manera precisa para elevar la cinta a ser un canto de cisne del estudio con una calidad maravillosa que deja rumiando a uno toda la cinta al mismo tiempo que nos encontramos maravillados y encantados de presenciar una historia tan excelsa que toca nuestras fibras mas sensibles y que nos regresa a la niñez por lo menos un tiempo, mas que a la niñez a la humanidad, a la seguridad de que el buen cine todavía existe, de que el cine de animación no es para niños, por lo menos no el de Japón, y de que podemos maravillarnos y llorar a lagrima viva con una historia.

No es fácil encontrar una película sobre la depresión infantil, mucho menos si esta pensada para este publico, pero el director Hiromasa Yonebayashi toma como base el libro infantil ingles de Joan G. Robinson y lo traslada a Japón donde de manera perfecta conjuga el espíritu del libro con las costumbres japonesas y aprovecha de manera muy inteligente mezclar los personajes principales a la cultura del país, ademas con una animación preciosa y una música excelsa de Takatsugu Muramatsu que es increíblemente bella pero que sirve como instrumento a tal grado de fusionarse que apenas se nota pero sirve para recalcar los momentos siendo imperceptible. Anna es una niña de doce años que sufre asma, eso le evita tener una vida normal, o por lo menos asi lo siente ella, no solo eso sino que poco a poco nos daremos cuenta de todas las cosas que causan su depresión, siente que es fea, que tiene mal humor, que es tonta, incluso sus ojos azules le causan aprehensión como se nota en cierta escena clave, y es que Anna y su madre adoptiva Yoriko (voz de Nanako Matsushima) apenas se hablan e incluso no le dice mama, el estrés esta afectando su asma y el medico le recomienda mandarla lejos por un tiempo, que se así y no mantenga relación con nadie en la escuela no es normal.

Anna toma esto a mal pero lo acepta sin mayor problema, en un pueblo pegado a la playa vive con sus tíos Kiyomasa (voz de Susumu Terajima) y Setsu (voz de Toshie Negishi) quien a diferencia de Yoriko son alivianados y despreocupados, ahi Anna se dedica a dibujar, le llama la atención poderosamente una casa en la playa, la misma esta abandonada desde hace mucho o eso parece, cuando sube la marea solo se puede pasar en balsa, pero la niña despues de no soportarse a ella misma se encuentra con una extraña invitación a la casa y allí conoce a una preciosa niña rubia de ojos azules que se llama Marnie, no solo eso, sino que la casa esta impecable y viven personas ahi, de hecho en las distintas ocasiones en que las pequeñas conviven una de ellas es una fastuosa fiesta con muchos invitados, pero en cierto momento Anna se empieza a sentir mas tranquila con la vida con sus tíos y olvida a Marnie, cuando lo recuerda ya no la encuentra, la casa de nuevo esta abandonada pero unos inquilinos nuevos han llegado, la niña Sayaka (voz de Hana Sugisaki) piensa que ella es Marnie lo cual confunde gravemente a Anna quien pensaba que Marnie era producto de su imaginación.

Así también nos quedamos nosotros ya que aunque nunca se deja claro todo parece indicar que es una creación de la niña, despues de todo aparece justamente despues de que no puede entablar relación con las jóvenes de ahi en una discusión con insultos y se hace mas fuerte con las mentiras de que amenazo con armas, pero Marnie no solamente existe sino que ha dejado una prueba irrefutable en su diario, lo peor es que en el diario están descritas las vivencias que Anna tuvo con ella, la chica no lo entiende y cuando Marnie reaparezca es lo que menos le importara, le dirá sus secretos y sus penas, lo que ha sufrido y la triste realidad de ser adoptada, en tanto Marnie le cuenta todo lo que sufre por la indiferencia de su padre y los abusos de sus criadas, tanto que deciden ir al viejo molino para curar un viejo trauma de la niña, claro que las cosas no saldrán como pensaban y Anna quedara muy lastimada no sin antes entender que eso no importa porque ama a Marnie y siempre lo hará, un descubrimiento personal que dará paso a la verdad acerca de Marnie con la segunda parte del diario y la confesion de cierto personaje vital en la cinta que siempre estuvo en nuestras narices.

Una cinta que cambia tanto de piel es difícil de asimilar, mucho mas para un adulto ya que los pequeños son mas perceptivos, lo que comienza siendo como una cinta sobre la depresión juvenil y el viaje de verano para tenga un crecimiento personal se transforma en una historia de amistad que se siente mucho mas que eso, para despues convertirse en una misteriosa cinta psicodelica que deambula de aquí para allá ¿Marnie es un recuerdo, un espíritu, una creación? avanza en un clímax donde se revela la verdad de la vida de ambas con el aprendizaje de la vida y culmina en una sorprendente y sorpresiva vuelta de tuerca donde todo lo que parecía gratuito o sin sentido antes ahora tiene completo sentido y era mas que necesario para entender el final que resulta muy sentimental sin ser nunca chantajista, y mas aun, tenemos una especie de prologo donde hay otra vuelta de tuerca que ya no es tan sorpresiva puesto que la anterior da pistas de ella pero que resulta tan satisfactoria como necesaria, y es que Yonebayashi nos dice que la vida se debe disfrutar, afrontar con una sonrisa, que crecer significa aceptar la enfermedad, la desigualdad, las tristezas, las tragedias y la muerte, no hay otra manera de vivir.

Calificación: Excelente