El regreso de Arnod Schwarzenegger el ex "Gobernator", es un divertimento de la más alta categoría, y además es el debut en hollywood del director coreano Kim Jee-Woon quien demuestra talento en todo lo que hace, incluso puedo decir que esta cinta esta al mismo nivel que el nuevo personaje franquicia de Tom Cruise o quizá por encima, algo que la verdad no esperaba viendo como le fue en taquilla y lo mucho que fue atacada la cinta en EU, pero cada vez me convenzo más de que la mayoría de los críticos haya sirven fielmente al mainstream porque siempre me gusta lo contrario, en conclusión este western modernizado es una muestra de como deben de ser las películas de entretenimiento, un espectáculo estilizado con muestras de genio aquí y allá y por supuesto tomando algunas referencias importantes, ya sea en el mensaje o en la lectura que pueda dar la cinta y hasta para tomar revanchismo ficticio de un mal que nos azota y que parece invencible.
El hábil comisario Ray (Arnold Schwarzenegger) se siente viejo y cansado por lo que es perfecto para su trabajo en un pueblito fronterizo donde no pasa nada, Ray se encuentra en su día libre y casi todos los habitantes se van a un dichoso juego dejándolo casi vacío, así que mientras Ray batalla con sus novatos ayudantes rancheros el narco-junior Gabriel Cortez (Eduardo Noriega) escapa del FBI en un traslado en una escena donde el director demuestra maestría para después dar paso a unas persecuciones y peleas en carros mientras que en el pueblo de Ray pasan cosas extrañas, granjeros no se presentan a entregar la leche, y hay gente y movimiento inusitado en el lugar, por supuesto que descubren que ahí esta aparcado el ejercito del narco quienes le preparan un puente para que cruce la frontera por el cañón dejando así con un palmo de narices al desesperado agente John (Forest Whitaker) a quien todo le falla tratando de detenerlo.
Nosotros ya sabemos que los indicados son el gobernator y compañía, Mike (chistoso Luis Guzmán), la joven Sarah (Jaimie Alexander), el loco Dinkum (Johnny Knoxville con personaje salido de película coreana) y el derrotado Frank (Rodrigo Santoro) quienes hacen frente como héroes poco convencionales a un ejercito dirigido por un Peter Stormare que se divierte de lo lindo. Todos sabemos como terminara la cinta con el clásico duelo entre el acabado sheriff y el narco-junior para demostrar que la justicia siempre triunfa pero para el recuerdo quedan algunas escenas y frases, el mencionado escape del narco grabado con maestría por el director (esos movimientos de cámara), el gobernator cayendo con todo y puerta para decir que se siente viejo, los nombres estúpidos que le pone Knoxville a sus artilugios y su preocupación por ellos, el divertidísimo personaje que crea Guzmán, todas las persecuciones automovilísticas especialmente la del campo de maíz, cierto maloso explotando con una peculiar arma, y el gobernator incorruptible en la batalla final y escupiendo la mejor frase de la película, que el villano hace quedar mal a ellos, los inmigrantes, por supuesto al propio Schwarzenegger que ahorita sufre el síndrome Cruise en EU.
Calificación: Bien
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