Mi esposo y yo ya no tenemos sexo - les confio una señora a sus amigas -. Dormimos en habitaciones separadas y nunca nos dirigimos la palabra. Desayunamos, comemos y cenamos en horas diferentes para no encontrarnos, y cada uno toma sus vacaciones por su lado. Preguntan las amigas tribuladas, "¿porque hacen todo eso? - Responde ella - "Estamos tratando de salvar nuestro matrimonio".
31/5/12
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