"MONA LISA Y LA LUNA DE SANGRE" (MONA LISA AND THE BOOD MOON, ESTADOS UNIDOS, 2021) DE ANA LILY AMIRPOUR
Mona "Lisa" Lee (Jeon Jong-seo pagando derecho de piso en Hollywood) esta recluida en un hospital psiquiátrico donde es abusada por el personal del lugar, pero debido a una situación que supongo es la luna roja del título la chica toma consciencia de ella misma y decide escapar del lugar, y aunque tiene años ahí y nunca mostro nada ni remotamente parecido de un segundo al otro la chica es una joven con poderes para manipular la mente de las demás personas pero la crueldad de una niña pequeña que pareciera no sabe hasta donde puede causar daño con sus acciones, después de escapar del lugar se topa con variopintos personajes, uno de ellos es un vendedor de drogas que parece chulo (Ed Skrein) con sonrisa perpetua y mejores sentimientos de los que uno supondría en un inicio, también con un policía (Craig Robinson) que no quiso tomar el consejo de una galleta de la fortuna y se obsesiona con atrapar a la fugitiva.
Después de escapar Mona se topa al final con una desnudista llamada Bonnie Hunt (Kate Hudson, bastante bien y con el físico adecuado para el papel) a la que rescata de una chica celosa y violenta, después de comer - y descubrir su "don" - la lleva al trabajo donde no pierde el tiempo y aprovecha los poderes de la chica, les roba a unos patanes clientes del lugar, para luego asaltar a los que saquen dinero de los cajeros y de nuevo en su trabajo pelar a los clientes a puros ojos pelones de la coreanita, en tanto el oficial Harold se obsesiona cada vez mas con el asunto, y Mona hace buenas migas con el hijo rockero de Bonnie, el centrado Charlie (Evan Whitten), todos sabemos hacia donde se dirige el asunto, en algún momento Mona se dará cuenta de que la utilizan, Bonnie pagara por sus acciones, y el policía Harold entrara en la situación para empujar un final.
Pero lo cierto es que la trama nunca termina por explotar, tampoco sucede nada que nos impresione o sorprenda, todo ocurre como pensamos que lo hará, y la narrativa nunca se vuelve emocionante ni particularmente interesante, es cierto que deambulan un par de ideas por ahí, la primera un subtexto de despertar feminista que "mea culpa", no termine de entender, la segunda una idea sobre el karma, la tercera que la directora nos invita a ponernos en los zapatos de los secundarios en lugar de la prota para preguntarnos ¿que haríamos si tuviéramos a Mona enfrente? ¿perseguirla, aprovecharnos, ayudarla? pero nunca termina de explotarlas, por lo que nos quedamos con una película sencilla, con una fotografía neón hermosa, un reparto que se entrega, y música electrónica ad hoc que nos invita a pasear por las noches de Nueva Orleans impregnadas de color y personajes pintorescos, pero poco más.
Calificación: Mediocre