Una monja (Paula Luchsinger, muy bien) baila con el viento impulsándose en los techos mientras vemos el hermoso cielo en blanco y negro de la fotografía de Edward Lachman, la monja Carmen danza hermosamente, como si fuera un bebe dando sus primeros pasos, apenas puede moverse, lo hace torpemente, pero es hipnótico, esta es justamente la mejor escena de la más reciente cinta de Larraín, y justo por este tipo de escenas - esta danza etérea, otro bailecito en pareja, la masacre de corazones arrancados y licuados inicial mientras el conde vuela por las noches de Chile, el vuelo nocturno en traje militar, y los múltiples interrogatorios hilarantes al mismo Dictador Pinochet (Jaime Vadell) y su familia por parte de la contadora/monja Carmen dizque encubierta es que merece la pena revisar esta cinta del director, que parte de una arriesgada premisa que resulta muy obvia de entender, Pinochet en realidad es un vampiro de cientos de años, sigue vivo y por lo tanto se sigue alimentando del pueblo chileno mientras los masacra y ademas tiene seguidores que lo admiran.
La premisa es una critica al dictador, pero mas allá de la postura política del director, lo cierto es que no logra atinar una buena historia, después del planteamiento no sabe que hacer con sus personajes, el dictador que ya no quería vivir es si acaso el único que tiene algo de lógica dentro de este sinsentido, porque su aun más inescrupulosa mujer (Gloria Münchmeyer) va dando tumbos, y sus ladinos y mantenidos hijos se estancan en buena parte de la cinta, en tanto el mayordomo y seguidor Fyodor (Alfredo Castro) solo hace lo que le conviene al guion para avanzar, y la mencionada Carmen tiene tantos cambios y variables que uno nunca sabe bien a bien que sucede con ella, que piensa, o como espera lograrlo, ya que sabemos que quiere hacer - matar al dictador y robar sus riquezas, sus jefes la mandaron para esto - pero mucho de lo que hace parece afectar estas metas, así que la cinta va dando tumbos, quizá por ello la voz en off de cierto personaje sorpresa (Stella Gonet), no me molesto, era lo único que indicaba como avanzaba la trama.
Eso si, la película nunca deja de ser interesante, que si Pinochet vivió en la Francia monárquica y deserto para observar como ejecutaban a Maria Antonieta, que si juro luchar contra los levantamientos sociales, que si quiere morir porque se siente traicionado por su país, que si sus hijos quieren matarlo para heredar antes de morirse, que si la esposa quiere convencerlo de una vida nueva, y la llegada de cierta invitada que da cierre a la cinta, uno que tiene más calidad que la misma, donde ahora si el director aterriza su punto, el problema es que esta sátira esta carente de filo, de ideas, se valentía, no se anima o no tiene la capacidad de hacernos reír, y eso es un detalle fatal en una cinta de estas características, por el contrario si tiene algunos buenos momentos de terror, y la violencia gore no se escatima, viéndose hermosa en esa fotografía, una cinta que pudo ser mejor, cuya idea prometía más, y que con perdón de Larraín, pareciera que toda la culpa de lo malo en Chile es de una única persona, y eso es casi exonerar a todos los secuaces, algo que también se extraña en una cinta que quiere y no puede.
Calificación: Interesante