Desde el inicio queda claro que la reinterpretación de los orígenes de Wonka por el dulce y optimista King abraza por completo el musical, aquí no son números esporádicos, en si toda la película hay canciones y prácticamente se avanza con estos en todo momento, esto no es malo pero si es un cambio respecto a sus encarnaciones anteriores, y hablando de estas, de la fantasiosa pero cínica de 1971 "Willy Wonka y la Fabrica de Chocolates", y de la sentimental y cínica de Burton "Charlie y la Fabrica de Chocolates", tenemos otra modificación crucial, y es que el cínico, tétrico, cruel y turbio Wonka de ambas versiones - uno encarnado por Gene Wilder y el otro por Johnny Depp - es cambiado por un Wonka optimista, amable y tan buena persona que no parece ser el mismo personaje, esto podría parecer algo malo pero la convencida dulzura de King logran que uno pueda pasar esto por alto, de la misma forma que los personajes secundarios encarnados por un gran reparto logren que olvidemos la unidimensionalidad del personaje principal que ademas es interpretado por un Timothée Chalaméet que no era la opción idónea para el personaje.
Con lo ya escrito pareciera que no me gusto la película, pero nada más lejos de la realidad, desde el primer momento con "A Hatful of Dreams" de Wonka, cual migrante con sueños, la película me gano, su increíble diseño visual que aunque usa mucho efecto por computadora no desentona, y con una atención al detalle impresionante por parte de King, sumado a los vestuarios, el maquillaje y peinados, no puede reprocharse nada, después de esto el ingenuo Wonka llega a vender sus chocolates casi mágicos para cumplir una meta/sueño con todo y promesa de su madre fallecida (Sally Hawkins), encontrándose conque no se puede vender sin permiso, que unos "empresarios" del chocolate manejan el negocio, y que hasta soñar conlleva una multa en este mundo capitalista, con esto de como se manejan los negocios, los empresarios como carteles y todos sobornados para tener ese monopolio disfrazado de tres empresas la acida critica a como vivimos causan que por lo menos existan resquicios de esa oscuridad del Dahl original.
Con algunas canciones memorables, más que por la melodía en si, por un maravilloso montaje, aquí brilla "Scrub Scrub", aunque la que más me saco una sonrisa fue "Oompa Loompa" con Hugh Grant encarnando al hombrecillo naranja de pelo verde, y robándose la película, "A World of your Own" es bella y representa la dulzura de King, que nunca cae en lo empalagoso, es asi que el chocolatero inventor tendrá que sobreponerse a un engaño por parte de la dickensiana Mrs. Scrubbit (Olivia Colman, muy bien) que lo convierte en su esclavo, escapar para crear dulces mágicos con su casi hermana adoptiva Noodle (Calah Lane), abrir el negocio soñado, enfrentarse al cartel liderado por Slugworth (Paterson Joseph), aguantar al corrupto jefe de policía (Keegan-Michael Key cada vez más gordo por tanto chocolate), entrar a una iglesia liderada por un sacerdote vendido (Rowan Atkinson casi en cameo) y 500 monjes adictos al chocolate, y finalmente vencer, porque claro, en el mundo de King, las buenas intenciones, la nobleza, la amabilidad y el amor pueden con todo lo malo de este mundo.
En cuanto a Chalamet, su Wonka no parece que vaya a convertirse en el de Wilder, quizá fue tanto su enfrentamiento con los malvados que termino cediendo al cinismo, pero por lo que se ve en esta cinta no pareciera, la empatía de Willy en esta historia es demasiado fuerte para romperse, pero creo que fue lo adecuado, Chalamet es incapaz, por lo menos por el momento, de lograr los registros de los dos actores antes mencionados, por más que sea popular y bien parecido, incluso casi no baila porque no puede cargar ese peso, pero King es tan astuto que el montaje y los secundarios hacen el resto, eso si, el reparto que lo acompaña es impresionante, y luce como las caricaturas que tienen que ser, los malos malísimos, los buenos demasiado buenos, todo enmarcado por mucho algodón de azúcar, buenas canciones, números musicales muy disfrutables y una humanidad tan grande que hace que uno desee vivir en el mundo de King, donde los buenos tienen que ganar y triunfar por ser así, y donde los malos no pueden salirse con la suya, que bonito mundo para vivir, aunque sea por dos horas.
Calificación: Notable