Henry (Sean Harris, sencillamente majestuoso) le pide a su amigo/jefe Mark (Joel Edgerton, muy bien) que pase a su casa, explica que su esposa salio y comienza a platicar de su vida, para luego terminar poniendo Trojan Blue de Icehouse y bailar perdiéndose en ello, este momento que en cualquier otra situación seria un momento juguetón entre dos amigos se siente completamente incomodo, y no porque sean dos mafiosos, sino porque la forma de ser de Henry es tan errática, insegura y desconfiada que uno no entiende que sucede, y porque para entonces ya conocemos su verdadera naturaleza, la de un monstruo que sabe completamente lo que es y por ello mismo lo esconde, ademas de que ya todas las cartas están sobre la mesa, y hacer el corte directo para al siguiente segundo veamos al hijo de Mark (Cormac Wright) lavándose los dientes causa una sensación chocante, Wright tiene muy claro que quiere que nos sintamos incomodos, inseguros y hasta asqueados, y lo logra perfectamente, este mismo ambiente se mantiene durante toda la película, pero este momento es clave para entender la extraña psique del verdadero protagonista de la película, ese extraño hombre que parece inseguro y miente patológicamente, pero que también esta deseoso de amor y cariño.
Desde el inicio vemos la cara de Henry que esta en un camión donde conoce a Paul (Steve Mouzakis), se hacen amigos, el primero regresa a casa y el segundo parece escapar de algo, Paul le consigue trabajo con Mark, es uno en la mafia y poco a poco Henry conoce a los demás integrantes del grupo delictivo, que se notan peligrosos pero al mismo tiempo se sienten muy cercanos, "somos una familia y nos cuidamos unos a otros" no paran de repetir, ´nosotros como espectadores no podemos creer que Henry acceda a tanto, se sube a camionetas de personas que no conoce, accede a situaciones que son peligrosas, y se mete a la boca del lobo, uno comprende que necesita el dinero pero aun así teme por este inseguro e introvertido hombre, pero al mismo tiempo algo nos causa repulsión en él, lo sentimos extraño, como si no fuera un hombre normal, desconfía de todos e incluso en cuanto conoce a Mark le busca un micrófono oculto, se escandaliza cada que escucha un sonido raro en la camioneta, y hasta revisa para donde corre el humo de su cigarro.
Rápidamente queda claro porque, en realidad Mark es un policía encubierto, de hecho todos los delincuentes y policías corruptos son solo policías encubiertos que buscan una confesión de este hombre que como vemos más adelante, es el principal sospechoso de la desaparición de un pequeño que de un momento a otro dejaron de ver, y que tiene en su historial otro ataque brutal a un pequeño en apenas quince minutos, por supuesto no sabemos si es culpable o solo es un sospechoso nervioso, y la cinta juega muy bien con ello, Mark va cayendo en la desesperación de estar junto a un hombre así tanto tiempo, mimetizándose con un delincuente, viviendo una vida irreal, y temiendo por su hijo, y Henry va también desmoronándose al ver como lo cercan casi sin que lo note, si bien me parece un error que tan rápidamente revelen que todo es falso, lo cierto es que el ambiente malsano de la cinta y esa extraña relación entre los protagonistas siempre nos mantiene atentos, ese mimetismo resulta enfermizo, los dos con barbas, pelo largo y hasta vistiendo casi igual, y por supuesto, el monstruo que crea Harris que con esos ojos, su mirada turbia, sus ademanes, su tono de voz y dicción, y hasta su lenguaje corporal son maravillosos, tanto así que una de las mejores escenas de la cinta es solo verlo fumarse un cigarrillo mientras se para con una sola pierna en un poste, una escena que dice mucho más de lo que parece, viendo la película toma una fuerza brutal.
Calificación: Bastante Bien