El periodista investigador caído en desgracia que ahora pasa sus días alcoholizado y perdiendo apuestas por trampas donde ademas recibe palizas ha cubierto la noticia de algunos fallecidos por tomar agua de la lluvia, Frank (un notable Andrés Parra) fue despedido del periódico donde trabajaba y ahora se dedica a la nota roja, pero exaspera a su jefe ya que escribe largas columnas donde habla con una teatralidad que nos exige como sociedad mejorar y exigir a las autoridades, pero lo único que quiere su nuevo empleador son fotografías amarillistas, algún muertito por aquí, un cuerpo por allá, todo para ponerlo en primera plana y vender, pero Frank se resiste a ello, ademas de sufrir una fuerte bipolaridad que causa que nadie le crea nada de lo que dice, pero lo que nadie puede negar es que la sociedad esta en su punto más bajo, el recurso del agua se ha agotado casi por completo y del cielo solo cae lluvia acida, causando la muerte de quien ose saciar su sed con ella.
Por otro lado una luchadora clandestina que se hace llamar Lady Masacre (Aria Jara) mantiene una relación de amante con el alcalde de la ciudad, el junior desesperado por aprobación Ignacio (Juan Pablo Urrego), las dos almas están unidas por un travesti que era alumno de Frank, esté busca la ayuda de su maestro pero es ignorado, a las pocas horas esa misma noche una persona llega a la puerta del pobre diablo terminando con su vida por unos balazos y arrojándolo de la ventana, se dice que se suicido y todo se cierra, pero Lady Masacre cuyo verdadero nombre es Gaby encuentra un cutter con sangre que uso para defenderse, y le avisa a Frank ya que lo "suicidaron", y para acabarla de amolar el cuerpo ha desaparecido, nunca llego a la morgue, por lo que el periodista se pone a investigar, lo que descubre lo espanta, de una "simple" muerte pasa tener pistas sobre asesinatos y desapariciones sistemáticas, con compras raras de propiedades, y propietarios que ya no están en este mundo pero siguen haciéndose de bienes raíces, todo esto en un mismo lugar como queriendo hacerse con todo ese terreno.
Un thriller a la antigua, cine negro como el de antaño, donde un pobre diablo por tratar de revelar una crimen descubre toda una conspiración que lo sorprende y asquea, donde la policía, los políticos y los empresarios tienen oscuros secretos que esconden algo mucho más grave de lo que parece a simple vista, y mientras Frank lidia con sus problemas mentales y alcoholismo tiene que soportar vejaciones, amenazas directas de la policía, ataques homicidas de psicópatas contratados, persecuciones, y algunos que otros muertitos que encuentra para su mala fortuna, todo esto en una cinta que pudo haber sido grabada a mediados del siglo pasado en el país del norte pero con una corrupción que solo parecía posible en México, pero visto esto parece que Colombia no canta mal las rancheras, ademas el psicópata encarnado por José Restrepo es repelente, y Jorge Cao como el empresario dueño funciona de maravilla, lastima que no se le saque tanto jugo al personaje del padre de Francisco Denis.
Mención aparte algunos momentos de gran calidad, la amenaza del policía morocho donde uno se siente como en casa, el momento en que el político bonachón se quita la careta, cada momento donde aparece el güero psicópata, el momento surrealista de un poderoso empresario creyendo un mito porque le conviene, y esa dura pero honesta confesión "si ocupan morir un millón para que yo viva un día más, que así sea", sentí que me hablaba la elite mundial, una película bien hecha, con esa lluvia incesante, esa fotografía sucia, esa misantropía, y por supuesto ese final donde tenemos dos conclusiones paralelas que apenas dejan respirar hacen de esta infravalorada y desconocida cinta algo muy recomendable, ya sea para recordarnos que los poderosos, los políticos y empresarios están para jodernos como los maleantes que son, o para que veamos algo de justicia, aunque sea en la fantasía que es el séptimo arte, después de todo para eso existe, para escapar un rato de la realidad, o como aquí, para recordárnosla pero entregarnos un mundo donde el final puede ser diferente.
Calificación: Muy Bien