"EL HOMBRE PERFECTO" ("ICH BIN DEIN MENSCH", ALEMANIA, 2021) DE MARIA SCHRADER Una mujer (Maren Eggert, maravillosa) de más de cuarenta años entra desorientada en un establecimiento donde todos están bailando y divirtiéndose, una mujer la aborda (Sandra Hüller) para presentarle a un tipo llamado Tom (Dan Stevens, esplendido) con una sonrisa radiante, parado perfecto, ojos grandes y expresivos, con una dicción perfecta con perfecto alemán con acento ingles y unos modales que parecen sacados de otra época, es decir, el hombre perfecto del titulo, pero como todos sabemos, esos no existen en la vida real, por lo menos en la naturaleza, y pronto nos enteramos -en pleno baile de rumba- que estamos ante un robot, un ser artificial que ha sido diseñado específicamente para satisfacer los deseos de Alma, una de las expertas escogidas para dar un veredicto de si es bueno que estos seres convivan con nosotros en el mundo, como nuestras parejas y cónyuges, y que ademas tengan los mismos derechos que los seres humanos, el hecho de que se trabe es el menor de los inconvenientes, el siguiente día de lo entregaran ya arreglado, el detalle es que Alma desde que llega deja clara su postura, no es que tenga temor o desconfianza, simplemente sabe que una maquina no es un ser humano por lo que esta predispuesta a no aceptarlo jamas.
Esto se reafirma en la siguiente escena donde le espeta a su jefe que no quiere hacer ese experimento, pero esté se la gana con la promesa de fondos para su investigación sobre lenguaje sumerio, cuando regresa para llevárselo, lo trata como un objeto, una maquina a la que casi arrumba en un cuartucho repleto de objetos y que solo quiere evitar las tres semanas que dure el proceso, por lo que los avances del ingenuo robot no tienen efecto alguno, el hecho de limpiar y acomodar la casa (los libros por colores y tamaño) saca de quicio a Alma, los detalles románticos la vuelven loca (la bañera de burbujas con pétalos y velas), y la incomoda más aun que el tipo sea experto y maneje la información que sabe que a ella le interesa o gusta, así que mientras dura la cinta somos testigos de los intentos de avance de un robot que es bateado una y otra vez por una Alma que de antemano sabia lo que haría con él, aunque por supuesto, un hombre tan atento, cordial, caballeroso, y romántico poco a poco tiene que ganarse el afecto de una mujer, aunque sea por pura pena, por lo que Alma se va abriendo con el robot siempre tratando de evitar lo que en su interior sabe que terminara sucediendo.
Todo esto en forma de una comedia romántica al más puro estilo clásico, cual si fuera una de esas cintas de romance de mediados del siglo pasado, con todo y una comedia que nos saca carcajadas y cuando no, por lo menos nos mantiene con una sonrisa boba, esto a causa de la increíble química de los dos protagonistas y unos diálogos punzantes que siempre son inteligentes, ademas toca temas complejos y difíciles de manera sencilla por lo que se presta a múltiples debates sin tomar una postura ultrajante, ademas de mostrar lo compleja que es una relación de pareja, se nos señala esa regla no escrita de cargar más responsabilidades o chamba en el trabajo a los que no tienen familia propia, el dolor de una perdida importante, la senilidad hacia la que todos nos dirigimos, la importancia que le damos a tener una descendencia por múltiples razones, la incomodidad de relaciones pasadas, y el ego del ser humano por ser mejor que los demás en lo que sea, inclusive en el trabajo donde el orgullo es un aliciente importante.
Por supuesto lo más importante es la relación de los protagonistas, que va desarrollándose de forma poco ortodoxa aunque ya sabemos como terminara todo, o más bien hacia donde se dirige, porque es imposible pensar que decidirá la pensante Alma que siempre funciona racionalmente, menos en las relaciones de pareja claro, por lo que no duda en insultar y atacar al pobre Tom por el hecho de siempre ser amable y cariñoso, "no hay nada dentro de ti", ¿donde esta el enojo? ¿el conflicto? ¿los problemas? demostrando que la toxicidad en diferente medida existe en todos nosotros, de otra forma nos aburriríamos quizá, o eso parece decir la directora, y que el sexo es importante más no todo, y en esto Eggert hace un trabajo maravilloso, con esa mirada exasperante y los tonos que maneja durante la cinta, puede ser una mujer centrada y razonable, o casi una loca que no podemos entender de un segundo al otro, en tanto Dan Stevens brilla como robot bonachón, esa forma de moverse, y esos ojos cuya mirada refleja que su algoritmo esta procesando lo que sucede no solo para reaccionar sino para aprender para un futuro adaptándose a los fallos que comete.
El final es esplendido, porque no toma una postura cerrada, si bien es cierto que la conclusión de Alma es sensata e inteligente, no solo no son personas sino que darle a una persona una maquina perfecta que haga lo que quieren solo afectara a la humanidad y su posibilidad/facultad de crecimiento, es decir, no es sano para el ser humano aunque es idóneo, un mensaje que contrasta con la realidad donde solo se busca la facilidad y el placer sencillo, pero también nos ponen la otra cara de la moneda con un hombre no agraciado físicamente cuya una "salvación" y felicidad es esta opción ¿por que negársela? eso si, Alma al final resulta tan contradictoria como cualquiera de nosotros, sabe que no es correcto pero se lo permite, o bueno, solo si Tom recuerda que hacer cuando ella esta tirada en una mesa de su niñez, si Tom puso atención a lo que ella ha contado y a lo que esta sucediendo saldrá avante, algo que por supuesto, casi ningún hombre no robótico logra.
Calificación: Notable