El exagerado inicio tipo serie B dejan claro por donde irán los tiros de la nueva película del experto en cine de terror James Wan, más preocupado por el estilo visual y los guiños de la cinta que por un guion que no solicita sino que exige que dejes de lado tu incredulidad y abraces lo que le lancen, esto no es necesariamente algo malo por más que la resolución del misterio roce la parodia y deje con la boca abierta, para bien, y para mal. Madison "Maddie" (Annabelle Wallis, bastante bien como protagonista de Giallo) es una enfermera que lleva una relación tirante con su violento esposo (Jake Abel) al grado de que termina con un fuerte golpe en la cabeza, al despertar la mujer baja y descubre a su esposo con el cuello quebrado, ademas de un extraña sombra que la persigue y golpea haciéndola perder el bebe, un fracaso más en la deseada maternidad de la chica, al tiempo sigue viendo a la extraña sombra de pelo largo que parece acosarla e incluso la persigue en un fantástico plano secuencia cenital que demuestra el talento de Wan en la cámara.
Las pesadillas de Maddie son completamente vividas y ahí es testigo de terribles asesinatos muy sangrientos, rápidamente descubre que las pesadillas son episodios de terror donde ve asesinatos que si suceden y que comparte una extraña conexión con el asesino que parece saber que ella puede verlo, es así que comienza a investigar junto a su hermana Sydney (Maddie Hasson) a pesar de que una pareja de policías inoperantes les estorban en cada momento (George Young y Michole Briana White), es así que comienza esta historia de terror con misterio policiaco y mucho gore que deja claro que es un homenaje por parte de Wan al cine de terror Giallo, con sus exageraciones, banda sonora estridente, luces fuertes en todo momento, y con asesino desquiciado capaz de devorar fetos, de hecho esto es lo mejor de la cinta, el plano secuencia cenital mencionado antes, los cambios de fotografía y luces dependiendo que vemos en pantalla, ya sea la luz exagerada de las pesadillas/visiones, el rojo intenso de los momentos de terror, la neblina que parece salir de la nada en medio de la investigación o esos dementes encuadres inclinados en momentos puntuales.
Pero no solo se homenajea al Giallo, también existe algo del terror corporal de Cronenberg y hasta la locura desquiciada de Brian De Palma, a eso le sumamos el estilo oriental sacado/plagiado de las cintas de terror japonesas con movimientos antinaturales y exceso de pelo y tenemos una extravagancia que no tiene miedo al ridículo, con todo y los temas y estilo que ya eran propios de Wan, los gemelos malignos, una posesión, la niebla excesiva, la casona "maldita", etc. con todo y manicomio en la cima de un risco, queda claro que Wan no se deja nada en la chistera pero el problema es que la identidad del villano se descubre desde mucho tiempo antes de que lo rebelen, y cuando se hace solo existen dos maneras de tomarlo, como una tomadura de pelo o abrazar la locura, y casi como para no darnos tiempo a pensar Wan nos regala una locura gore que se va más por la acción que por el terror, quedando todo en un pastiche que nunca termina de funcionar, pero que puede entretener gracias al talento visual de Wan.
Calificación: Palomera