Ray (Sam Worthington) es un alcohólico que pasa por un mal momento con su esposa Joanne (Lily Rabe) pero intenta enmendar las situación, pero un terrible accidente de su hija Peri (Lucy Capri) causa que tenga que llevarla de urgencia al hospital donde la llevan a tomar una radiografía, el tipo se queda dormido y cuando despierta se encuentra con que nadie ha visto a su familia por lo que el tipo se convence de que el lugar esta en complot con la finalidad de traficar órganos, con esta premisa parece que podemos tener algo interesante que ver pero este genero de thriller psicológico es muy difícil de sacar avante, pero si alguien podía hacerlo es el especialista Brad Anderson que ya ha tocado el genero con resultados majestuosos, por ahí tenemos a "Session 9" y "The Machinist" como grandes exponentes, pero aquí la jugada le sale mal al director hasta tal punto que termine en cierto grado molesto.
Y esto no es causa de que ya viera venir el final desde antes, este se avisa desde el inicio de la película y con el historial del director ya podemos adivinar por donde viene el derrotero, el problema es un guion lleno de fisuras, firmado por Alan B. McElroy y coincidencias que le ayudan a seguir, las conveniencias terminan siendo tantas que al final más que frustrado me encontraba molesto, soy el primero en amar este tipo de cintas pero cuando me engañaste en todo momento y las personas alrededor actúan de acuerdo a conveniencia para engañar no queda más que aceptar que están haciendo trampa y con ello tratando como subnormal al respetable, lo de fractura psicológica lo compro y de hecho por ello nombre de la cinta, pero lo demás ya roza la ridiculez.
Que el tipo imagine las cosas y tenga diálogos completos con las personas sin que estas lo vean como algo raro ya es de alucinar, porque la enfermera recuerda hablar con el sujeto y que no tenia familia, pero todo de lo que hablaron es del accidente de la pequeña, las cámaras convenientemente no graban donde están sentadas, los demás pacientes no ven raro que el tipo le hable a la nada, a nadie le extraña que se despida de un niño que no conoce cuando entra a los estudios, todo es un completo despropósito lleno de conveniencias argumentales y agujeros de guion para después llegar con la supuesta sorpresa final que se ve venir desde el inicio, y esto no es malo vuelvo a aclarar, porque lo que importa aquí es el viaje, pero cuando este esta tan lleno de trampas y conveniencias no queda más que gritarle a los creadores ¡tramposos!
Calificación: Churrito