Desde el inicio se nos deja claro como sera el estilo de la cinta, con una cámara titubeante siguiendo casi en close up a nuestro blando protagonista, el buenazo de Daniel (Mario Casas, bastante bien) que solo se dedica a trabajar para una agencia de viajes y cuidar de su padre a quien le ha dedicado todo su tiempo desde hace años, cuando su padre muere el chico ya no tiene nada que hacer ya que no conoce el regalarse tiempo para el mismo, por ello se muestra renuente cuando su hermana abogada (Elisabeth Lareda) le regala un viaje por el varios países, pero fiel a su costumbre el dócil joven hace lo que otros le dicen y decide ir, no sin antes cenar una hamburguesa antes de empacar, con tan mala suerte que la sexosa y peligrosa Mila (una poderosa Milena Smith debutando con fuerza) lo convence de invitarla a cenar y luego acompañarla.
El buenazo de Dani no puede negarse y hace todo lo que ella le pide, ya sea colarse a un local de fotografías, o ir a su departamento para tener relaciones, incluso en la escena sexual el tipo es sumiso y apabullado por la chica, cuando llegue el fornido y peligroso novio de Mila todo se saldrá de control, el asustado chico comete un error, la desquiciada mujer lo mete en otro, y es así como Daniel tiene que escapar al tiempo que intenta borrar toda huella y evidencia que lo comprometa mientras su hermana promete ayudarlo y solo le pide paciencia y tranquilidad, pero para estos momentos tenemos claro que el blandengue "Dani" ya ha abandonado esa faceta para convertirse en un animal acorralada dispuesto a dejar salir todo lo que ha mantenido contenido durante tantos años, ha probado la libertad y no esta dispuesto a perderla, sin importar que tenga que hacer para ello.
Todo esto con la cámara siempre siguiendo casi a modo de acoso a nuestro protagonista, con planos secuencias magistrales, con un formato cuadrado para una sensación claustrofóbica, con momentos temblorosos y paneos intempestivos que van de acuerdo a la cinta, que siempre es un thriller trepidante sin descanso que nos mantiene presionados y con una sensación opresiva mientras los sucesos catastróficos suceden uno tras otro y lo que supone arreglara el problema causa otro de mayor envergadura, con luces neón que nos remiten a un ambiente neo-noir, música estridente que nunca desaparece y un personaje que se hunde más y más en su propia desesperación, como si de una película de los hermanos Safdie se tratara, es cierto que la cinta no es perfecta, el físico de Casas no es el indicado, debió bajar unos kilos, y alguna escena del final no es creíble pero son problemas menores que junto a esa violencia desembocada del protagonista y ese fotograma final no demeritan gran cosa.
Calificación: Bastante Bien