El McGuffin de la cinta vuelve al protagonista, el incansable, transa y mentiroso Howard Ratner (increible Adam Sandler en el papel de su vida), la piedra con ópalos que guarda el universo dentro por fin ha regresado a él despues de luchar tanto, pero la puerta de su joyería no abre, esta trabada, del otro lado Kevin Garnett (haciendo de él mismo) se empieza a desesperar y amenaza con irse, Howard tambien se estresa por la situacion, tiene la salida a sus problemas tan cerca como lejos, hay gritos, personas entrando y saliendo del encuadre, ideas, intentos, la completa y total locura y con ella nuestra ansiedad e incomodidad crecen sin descanso, los hermanos Josh y Benny Safdie nos torturan sin descanso en una cinta donde un pobre diablo se ve inmerso en un destino que solo augura lo peor, pero que como en las cintas de Scorsese, productor de la misma, solo esta cavando lentamente su tumba, poco a poco, y todo esto tomando cualquier detalle y llevándolo al limite como la escena que comento de la puerta, es sencilla pero engloba tanto y nos hace participes a tal nivel que terminamos genuinamente estresados porque la puerta no se abre, y esta sera la constante de la cinta.
Ya desde el inicio con ese ¿simbolismo? del universo y el colon de un patán la cinta nos augura que solo existe el pesimismo y solo puede empeorar, en África un lugareño sufre un accidente y con los chinos en pánico dos tipos aprovechan para robar una roca que llegara a manos del cinicazo Howard en cierto momento, de hecho temprano en la cinta, aunque para esto ya hallamos visto al tipo hacer infinidad de cosas, intentar hacer negocio en su joyería, recibir la amenaza de unos matones a los que les debe, empeñar cierta joya bizarra, realizar una apuesta, engañar a su mujer, regañar a su amante y mandar al demonio a todos los que le interesan poco o nada que son prácticamente todos menos él, en menos de cinco minutos el protagonista nos ha dejado claro que es un tipo ambicioso, aprovechado, mentiroso, tranza, labioso, vicioso, patán, antipático, sin empatia y egocéntrico, pero aun asi exuda un carisma difícil de explicar, no es carisma pero lo hace irresistible de mala manera, como si de un voyeurismo insano se tratara.
Y esta es toda la cinta, una premisa sencilla que funciona a la perfección, Howard es un tipo ahogado por las deudas que habita en un mundo donde todos son patéticos aprovechados que cobran intereses ridículos pero que aun asi se desean lo mejor como todo buen judío, no sabemos si Howard esta ahogado por la inversión que hizo con la piedra que considera la clave para salir de todo o que simplemente le gusta vivir mas acomodadamente de lo que puede, asi el tipo intenta sobrevivir ganando tiempo y dinero en lo que su plan principal logra el sueño de su vida, un negocio que lo haga ser un tiburón mayor, el tipo engaña, manipula, miente comprando tiempo a sus deudores para empeñar algo de otro tipo al que engaño, y despues pagarle con una prenda falsa mientras apuesta el dinero que consiguió del empeño, ganar algo con un negocio y gastarlo con su amante/empleada Julia (la mas que agradable sorpresa Julia Fox y que ademas es preciosa) mientras miente a su orgullosa mujer (Idina Menzel).
Es decir el pobre diablo intenta sobrevivir a sus deudores mientras hace el negocio de su vida e intenta mantener una vida familiar y romantica estable, para todo ello el tipo no puede dejar de moverse, como un tiburón que sabe que al detenerse moriría, asi este tipo pasa de una accion a otra siendo tanto la accion como la reacción en todo momento, el guion de los mismo directores no dejan una historia donde los puntos críticos positivos y negativos son la manera en la que avanza la historia, es decir por cada problema que tiene el protagonista viene un pequeño triunfo o esperanza que viene sucedido por un problema mayor y asi sucesivamente hasta que las curvas son tan pronunciadas que nos permiten respirar, y despues celebrar, aunque sepamos que lo que viene despues no puede ser mas que la cruda realidad del pesimismo que desde el inicio de la cinta se nos mostró. De la misma manera los directores no temen mostrar estereotipos y llevarlos al limite, la ambición de los judíos que solo conocen al dios dinero, lo cerrada y cercana que es su comunidad, el gusto de los negros por las joyas extravagantes, y su obsesión por la cabala, y la confusión de las mujeres cristianas que son débiles y caen frente a la labia de un hombre o su fama sin quererse propiamente a diferencia de lo fuertes que son las judías.
La cámara siempre en movimiento, con esos acercamientos asfixiantes, solo ayudan al sentimiento de incomodidad y de claustrofobia, es decir a hacernos sentí incómodos, mal, aterrorizados, con esas luces y colores que solo magnifican ese ambiente y una banda sonora de Daniel Lopatin que nos hace sentir mas atiborrados con la ya de por si saturada, por los colores, los acercamientos, el sobre-dialogo, del encuadre, anote antes que uno se siente atraído por el protagonista por mas que sepamos que esu un villano, y esto se vuelve aun mas drástico cuando pasamos a formas parte de la trama, ya no lo vemos, la cámara de Darius Khondji nos volvió participes de la situacion, somo él mismo, o un ente pegado a él que sufre, desvaría suda, pelea, y no se rinde en su sueño americano aunque sepa de antemano que esta destinado al fracaso, o quiza no, por lo menos por un momento...
Calificación: Notable