Unos hermanos gemelos no idénticos viven en una casona, la casa real y emblemática Loftus Hall, a la que estan extrañamente cercanos, ya desde el inicio con Rachel (Charlotte Vega, todo un descubrimiento para un servidor) corriendo como alma que lleva el diablo para llegar antes de las doce en su casa pues se quedo dormida leyendo frente al lago sabemos que las cosas no estan bien, o por lo menos que son lo suficientemente extrañas para causarnos una aprehensi real, y esto solo se ve confirmado por el actuar de su hermano gemelo Edward (Bill Milner, bien) que le exige que pida perdón a una trampa en el suelo junto a las escaleras principales, los gemelos no idénticos tienen que cumplir tres reglas si es que quieren vivir con tranquilidad con los inquilinos del titulo, no llegar despues de las 12 de la noche ya que ellos toman la casa para si, no dejar que entren extraños y nunca alejarse el uno del otro, la ultima parece la mas sencilla pero conforme avance la cinta veremos que esconde un significado mucho mas macabro que un amor familiar.
Con una dirección pulcra de Brian O'Malley, un diseño de producción bellisimo de Joe Fallove, una fotografía hermosa de Richard Kendrick y la música (¡ese macabro tema principal!) del guionista David Turpin que también logra una buena historia, por mas que no sea innovadora es dolorosa y macabra, con algunos simbolismos que causan mas incomodidad que el típico susto fácil, los hermanos estan recluidos en la vieja casona, atrapados, prácticamente son sus rehenes, o por lo menos Rachel que sueña con ser libre a diferencia de su hermano que acata todas las ordenes vehementemente, quizá en parte por la cuestión de consumación que sucederá tarde o temprano, los chicos son unos apestados para el pueblo por la forma en la que viven y porque entendemos, mas de alguno intuye o sabe el oscuro secreto de la familia, es asi como los ignorantes pueblerinos son un peligro mas.
Y cada vez estan mas solos, no tienen dinero, ya no les fían y su abogado (David Bradley) los visita porque estan quebrados, en todo esto un militar mutilado regresa de la guerra (Eugene Simon) y Rachel siente una curiosidad nada sana por él que solo lograra la desesperación de su gemelo y la ira de los habitantes de la trampa donde el agua fluye hacia arriba, es cierto que gran parte de la cinta se construye un ambiente gótico melodramático que funciona, por desgracia el romance un poco soso baja el nivel de la cinta, uno que ya no recupera en su final surrealista, porque lo mas poderoso ya había sucedido, el clímax no era el terror de los inquilinos sino el secreto que intuíamos, ese que le da fuerza a la cinta porque nos recuerda que el mal habita en lo cercano a nosotros, la misma familia.
Calificación: Vale la Pena