En cierta escena de la película un mesero (Alfred Molina en cameo) les ofrece un menú que abarca desde poder inaudito hasta tortura legal en un restaurante de lujo y los tipos toman todo, esto representa de manera perfecta como es la cinta de Adam McKay que también escribe el guion, es decir estamos ante una biopic que no intenta ser realista ni seria sino mas bien un despropósito que nadie se tome en serio y que solo sirva para reírnos, aunque claro el mensaje que intenta dar el comediante esta ahi, con sarcasmo y sorna, justo como lo hizo en su cinta anterior "The Big Short", que copiaba el estilo de la muy superior "The Wolf of Wall Street", asi como en su anterior cinta estamos ante una película muy entretenida pero al mismo tiempo muy quebrada, tantos cambios de formatos y de estilos terminan por causar que nunca nos metamos de lleno en el guion pero ni modo, acepto que la cinta es diabladamente entretenida y que nos tiene atentos de principio a fin.
Claro que el que alegue que la cinta es una biopic verídica y creíble de Dick Cheney (Christian Bale de nuevo cambiando camaleonicamente su cuerpo) solo estaria pecando de liberal de izquierda, la cinta se toma tantas atribuciones como es posible, se inventa diálogos ya que nadie estuvo ahi, anécdotas, y hace suposiciones sin sentido y sin bases, pero esto ayuda a demonizar a un personaje que paso como una sombra por la política aunque todos sepan que tenia gran influencia en el circulo, esto lo comento porque hay personas que hasta defienden la conversación shakespereana de la recamara solo porque son afines a los demócratas, por favor mas seriedad. La cinta nos narra la vida de Cheney desde que era un borrachales corrido de Yale donde entro gracias a su esposa Lynne (Amy Adams) que siempre fue el motor impulsor de su marido, y que enderezo su vida logrando trabajar con Donald Rumsfeld (Steve Carell, bien) que le enseño todas las mañas y pasando por a desgracia de Nixon, el ascenso de Ford, la perdida del poder, el apego a los Bush y finalmente como vicepresidente de Bush hijo (Sam Rockwell).
En todo momento con puestos de gran relevancia y otorgándole el mismo un poder al vicepresidente que no había sido visto en ningún otro. Lo mejor de la cinta es la poca seriedad y sorna con la toca el asunto, logrando que nos riamos de ciertas barbaries con mucho humor negro, con una banda sonora que me gusto mucho y técnicamente impecable, el diseño de producción a través de los años, un maquillaje esplendido y una bonita y cambiante cinematografía, con un reparto que envidiaría quien sea, a los mencionados se suman Alison Pill, Lily Rabe, Eddie Marsan y hasta cameos de Naomi Watts, todos sólidos, en especial Bale que ademas de transformase toma los ademanes, los gestos y hasta los movimientos del político que habla al susurrar y que no dice mucho pero que siempre esta planeando algo, de hecho la cinta tiene un cierto aire liberal atacando a republicanos y conservadores que hacen lo que sea necesario sin poder pero parece que a mitad del metraje McKay se enamoro de este genio que planifico por décadas su ascenso al poder y que sin nada de carisma tuvo al mundo en sus manos, por ello también hay ciertos ataques a los demócratas (Clinton por ahi) pero sobre todo un respeto y admiración por los Cheney, una familia conservadora que desea el poder por su creencia de bien común, o esa malicia del mal hablado de Rumsfeld que decía lo que se le ocurría y que es impensable en estos tiempos, la cinta es contradictoria en su mensaje (tirando mas a la izquierda) pero que bueno que sea asi porque nos muestra que el poder corrompe a quien sea, sin importar de que lado este.
Calificación: Interesante