El primer largometraje de Na Hong-jin es un maravilloso thriller de tonos azulosos y grises que le da una vuelta a lo que pensamos sobre este tipo de cintas y ademas lo logra teniéndonos en máxima tensión en cada segundo donde no se renuncia al humor negro ni a la critica, el director y guionista nos lleva a un viaje a los infiernos de Corea del Sur, lo hace de forma despiadada e inteligente donde nada es gratuito y conjuga un sinfín de géneros siempre dándole mayor importancia al entretenimiento, es cierto, sufrimos la cinta en todo su metraje, el director no otorga concesiones en su retrato basado en el asesino serial Yoo Young-chul, nos obliga a mirar de frente la maldad, no solo de el sino de un sistema y una sociedad que son indiferentes en el mejor de los casos y que entorpecen en el peor, siempre apoyando al criminal y teniendo nula empatia con las victimas.
Después de todo no todos los ciudadanos son de la misma clase parecen gritar todos con sus acciones, por ello las personas no se escandalizan, simplemente son morbosas, por ello las autoridades no hacen bien su trabajo, porque se preocupan mas por salir del apuro, por dar un rostro falso, y por ello la única esperanza parece ser un antiheroe que en algún momento se convierte en monstruo como la persona que persigue ¿pero no es necesario? a estas alturas todos apoyamos lo que sucede y tomamos la actitud de las personas que lo permiten, no nos queda de otra, para enfrentar a un monstruo debe hacerse con otro. Ademas el antiheroe aquí tiene un crecimiento personal y espiritual real, no es el malhablado malhumorado que acostumbrados en occidente, aqui si es un antiheroe, de hecho mas cercano al villano que a un héroe como lo concebimos.
Es de admirar el ritmo que le imprime Na Hong-jin a la cinta, es casi vertiginoso pero al mismo tiempo se siente pausado, dando tiempo a que la cinta arranque y que conozcamos los personajes, el montaje es perfecto y nos tiene al borde del asiento a cada momento, es de admirar también algo que se esta volviendo característico del cine coreano, el uso del humor negro y la parodia en todo momento sin por ello renunciar a la tensión que impregna todo el metraje, la critica al sistema policial y político es inmisericorde mostrándolos como imbéciles, fríos, estúpidos y corruptos ademas de tener una pésima organización, algo que queda patente en la batalla que se da entre los policías y los investigadores por los sospechosos, o en el ataque al alcalde donde la policía no hace nada y se ve forzada a atrapar al asesino para limpiar su nombre, o con ese vanidoso alcalde esperando salir del hospital como un héroe.
La fotografía de tonos oscuros es perfecta para la historia y el reparto es sorprendente, todos los que aparecen se lucen ya sea en tono cómico, dramático, policial y hasta psicópata, sumemosle unas escenas de suspenso, thriller, persecuciones de accion muy emocionantes y un interesantisimo duelo actoral entre los dos protagonistas y tenemos una cinta redonda. La cinta inicia de lleno, con una joven prostituta que nunca regresa a su auto, su proxeneta Eom Joong-ho (Kim Yoon-seok, excelente) esta furico ya que piensa que se escapo, y no es la primera que lo hace, con falta de "personal" obliga a Kim Mi-jin (Kim Yoo-Jung, muy bien) a trabajar a pesar de que esta enferma, pronto se da cuenta que el numero del cliente es el mismo que llamo la vez que desaparecieron y le da indicaciones a la chica para que le indique como encontrarlo, pero como Kim sospecha la situacion va mas alla de un chulo que recluta chicas, algo que ya le habían advertido al cínico y violento Eom que cuida a sus chicas pero solo porque recibe compensación monetaria.
Kim desaparece y se nos revela el asesino en escenas tensionantes y violentas en tanto Eom busca al tipo y por azar del destino choca con él, Eom atrapa a Je Yeong-min (Ha Jung-woo, perfectamente escalofriante) y la policía los toma a ambos, ahi el tipo suelta que es un asesino serial que ha matado a muchas, la policía no lo cree pero si resulta ser verdad estarían ante la oportunidad de redimirse con el alcalde y la sociedad por no poder detener a un "tiramierda" es asi que todos meten mano en el caso pero el tipo no suelta prenda y ya ni siquiera acepta haber confesado, en tanto Eom esta desesperado porque piensa que el tipo solo juega con ellos y es una excusa para robarse las chicas, comienza su propia investigación y empieza a darse cuenta que quizá el tipo si sea un psicópata despiadado que ha encontrado las lagunas legales para salirse con la suya, incluso con confesiones anteriores, va en busca de pistas, revisa domicilios, interroga a su familia, va a casa de Kim donde tiene que hacerse cargo forzosamente de la pequeña Eun-ji (Kim Yoo-jung, una sorprendente pequeña), interroga prostitutas y prostíbulos, y poco a poco frente a sus ojos se va revelando una terrible verdad que no puede creer, que tiene que detener, debe salvar a Kim Mi-jin porque la culpabilidad lo mata, debe enfrentarse al sistema que protege al asesino, a la ineptitud de una policía que solo hace el ridículo, debe convertirse en un monstruo para detener al que enfrenta y todo ello mientras sufre una transformación personal donde el monstruo ambicioso sin escrúpulos da paso a una persona en busca de redención.
Calificación: Excelente
Calificación: Excelente