El tercer largometraje de Eugenio Mira es una refrescante sorpresa, por su arriesgado planteamiento que sirve como McGuffin, por la accion que transcurre en tiempo real, por la selección musical clásica que se adapta a ese metraje (o quizás al contrario) y por la soberbia actuación de Elijah Wood que se ha quitado la sombra de Frodo desde hace tiempo y ahora nos lo deja muy en claro, asi con un planteamiento Hitchcockiano la cinta nos envuelve en apenas una hora y cuarto para que la cinta nos quede revolotiando en la mente muchísimo tiempo mas, al inicio vemos como el piano del titulo es llevado a chicago para el concierto del prodigio Tom Selznick (Elijah Wood, muy bien) quien esta en el avión maldiciendo que no se haya retrasado y sufriendo por el pánico que le causa su propio concierto, sufre pánico escénico desde hace cinco años cuando fallo al tocar cierta pieza imposible compuesta por su maestro, "La Cinquette".
Después de esos cinco años Tom vuelve empujado por su mujer, la talentosa actriz Emma (Kerry Bishe) para que muestre su talento y Tom lo hace para enfrentarse a sus fantasmas, pero no es sencillo, en las entrevistas lo atacan por su fallo, los amigos de su esposa simplemente son ignorantes, y tras bambalinas es atacado una y otra vez anónimamente, incluso antes de salir Tom tira la partitura de "La Cinquette", no quiere saber nada mas de su error ni piensa cometerlo de menos, ya nunca tocara esa pieza por la que su fallecido tutor quizá se sintiera avergonzado, ya comenzando el concierto en sus partituras están escritas amenazas y una mira laser le apunta diciéndole que si falla una sola nota esta muerto, el y su mujer, de aquí comienza todo, Tom desesperado sin saber que hacer, su mujer con peligro de morir, el asesino apuntándole y hablando desde un dispositivo para conversar con Tom y simplemente decirle que quiere que haga el mejor concierto de su vida.
Tenemos la premisa, jalada de pelos por supuesto, pero si nos dejamos llevar estamos junto a un hombre desesperado que no sabe que hacer, que no puede hacer nada, que intenta escapar, llamar por ayuda, todo mientras toca el piano y mientras el tipo le espeta verdades una y otra vez, que su mujer se sentía mal por tener todos los reflectores, que ella cambiaria su fama y fortuna por la decima parte de su talento, que el perdurara en los libros de historia y los demás no, que no puede escapar y que se dedique a hacer lo que le pide porque como demuestra rápidamente, no dudara en matar a quien le estorbe, y mientras tanto el director nos demuestra maestria en la toma de imágenes, toma de reflejos, juegos de cámara, juegos de luces, cambios de vista para mostrar la mente del protagonista, secuencias larguísimas ininterrumpidas con cámara moviéndose, la que sigue a Tom, la que sigue a su bobalicon amigo, la toma impresionante del concierto, la cámara partida, por momentos pareciera que veo al maestro De Palma, el de antaño claro, asi, sin descanso llegamos al momento donde le pide a Tom que toque la pieza maldita, que haga frente a sus demonios, al publico, y que la toque a la perfección si no quiere que el y su mujer terminen la función, asi el pobre diablo se ve entre la espada y la pared, hacer lo que nunca ha podido mientras se enfrenta con un sádico que quizá quiera o sepa mas de lo que aparenta.
Lo dicho antes, una cinta hitchcockiana con una forma de grabar a lo Brian de Palma y que es enfermizamente precisa en su montaje, sus tiempos, su música, sus imágenes, porque todo esta perfectamente planeado y la música perfectamente elegida para que todo embone y la banda sonora juegue un papel crucial, asi cuando ocupamos oírlos hablar hay descansos o la música baja un poco, cuando estamos en pleno climax sube, cuando tiene que ser epica o emocionante lo es y nunca descordando con la historia o sintiéndose forzada, además la voz de John Cusack es otro punto a favor de la cinta asi como la valiosa aparición final del tipo, un personaje atormentado enviado a sus limites mientras desglosan su vida es algo siempre digno de verse, y mas si se hace bien, y aquí Mira lo hizo bien, un intento mas del cine español queriendo parecerse al antiguo y buscando la vena del verdadero suspenso.
Calificación: Bastante Bien