MISTERIO EN EL MUSEO DE CERA (MYSTERY OF THE WAX MUSEUM, EU, 1932)
¿Debo sentirme mal por estar solo frente al peligro al decir que la primer versión de terror sobre el museo de cera es la que me gusto más? De la reciente ni hablamos ya que no recuerdo casi nada pero era pésima, la del cincuenta y tres es entretenida, pero más interesante que buena, principalmente por el buen hacer de Mr. Price que como siempre se luce en ese tipo de papeles, y aunque me gusto el tono lúgubre y sobrio quizá era demasiado seria, o se tomaba demasiado en serio como se quiera ver, y con una premisa tan jalada de pelos como la que nos muestran a mi parecer no se puede ser tan serio, por ello el tono que tomo Michael Curtiz me parece más que indicado, una línea de investigación con suspenso, mucho humor y algunos aspectos de terror que se van más por el lado del misterio y de suponer que de mostrar directamente, además todavía no entraba la censura en escena por lo que podemos disfrutar a cabalidad como se veía desde la sexualidad hasta los toques liberales en ese entonces y ese technicolor primitivo debo confesar me gano la partida.
Ivan Igor (Lionel Atwill, teatralmente bien) es un talentosísimo escultor que ha tomado la cera como camino ya que asi se parecen mucho más a sus contrapartes humanas, y ahora ve la posibilidad de ser aceptado como un verdadero artista y no como el creador de un show para el populacho, pero su socio no lo ve asi y decide quemar el lugar para cobrar el jugoso seguro y lo hace con Ivan dentro, once años después ya no estamos en Londres sino en New York donde Ivan a reaparecido con su museo que poco a poco a ido restaurando pero con la ayuda de sus discípulos ya que las quemaduras lo han dejado condenado a estar en silla de ruedas y con sus manos inutilizables para la labor, pero al mismo tiempo en la ciudad se han estado robando los cuerpos de la morgue y nadie se da cuenta hasta que roban el de una actriz famosa y más aun cuando resulte que quizá fue asesinada.
Es ahí cuando entrara en escena la feminista y liberal periodista Florence Dempsey (parlanchina y carismática Glenda Farrel) que ni tarda ni perezosa empieza a investigar el misterio y ver que algo no esta bien, y con más ganas aun cuando vea que un millonario playboy esta siendo inculpado y al exonerarlo se ganaría su cariño, asi que entre la investigación, las idas al museo de cera del titulo por parte de su amiga Charlotte (preciosísima Fay Wray antes de "King Kong") para visitar al novio buena gente de esta, las presiones de su editor/jefe con quien mantiene una extraña relación donde siempre pelean, Florence finalmente descubrirá lo que todos sabemos, que los cuerpos robados son usados para hacer las figuras del museo y que Ivan a perdido la cabeza y a llegado a los limites con tal de recuperar lo que perdió, pero aun asi es un villano carismático, tanto asi que cuando logra su venganza la festejamos con él y una parte de nosotros quisiera verlo triunfar porque como el dice ¿Quién no quiere ser inmortalizado? por lo menos la belleza de Wray si debería de serlo y el final aunque apresurado (y sorpresivo) me dejo un buen sabor de boca, asi entre risas y tensiones uno termina queriendo esta joyita perdida y menospreciada.
Calificación: Bastante Bien