Esta olvidada cinta de David Fincher queda muy lejos de sus mejores cintas pero es un buen ejemplo de cine blockbuster inteligente y con estilo, de ese que nos gustaria ver todos los fines de semana, claro que esto no es posible porque no todos los cineastas tienen el talento de Fincher ni a un guionista como David Koepp que tiene más salidas que una tuberia de casa de infonavit, aunque para ser francos la cinta peca en demasia de vueltas de tuerca y cosas increibles, tanto que al final ya estaba un poco cansado, quiza si durara una media hora menos estaria hablando de una cosa muy buena, y es que no se de donde saco Fincher que una trama tan sencilla diera para dos horas de pelicula, a menos que seas cierto maestro gordinflon debes entender tus limites.
La trama va sobre la recien divorciada y enfurruñada Meg Altman (Jodie Foster haciendo más que creible su cliche viviente) y su hija Sarah (Kristen Stewart, futura estrella de la saga crepuscular) quienes se mudan a una gran casa que tiene una habitación del panico, herencia de su paranoico ex-dueño quien acaba de fallecer, pero justo en la primera noche tres ladrones buenos para nada llegan a robar cierta cosa que saben que esta ahi, inmediatamente uno se da cuenta que es la fortuna perdida del anciano por lo que ahi no hay sorpresa, de hecho ni en lo que sigue, asi que el junior (Jared Leto), el bonachon Burnham (Forest Whitaker) y el psicopata Raoul (Dwight Yoakam) cometen cantidad de equivocaciones increibles, dejan que las dos mujeres entren a la habitación donde justamente necesitan entrar, intentan sacarlas con planes sacados de "Mi Pobre Angelito" y se pelean entre ellos más veces que los partidos politicos mexicanos.
Claro que con tanta incompetencia y con unos ladrones sacados de la nomina de televisa Meg agarre confianza y les haga la vida de cuadritos, hasta que llega su marido e irremediablemente viene el enfrentamiento final que todos sabemos como va a acabar, claro que de alguna manera Fincher logra que esto se vea bien, algunos momentos de tension y adecuados momentos de humor, pero al final la cinta dura demasiado y los malosos se equivocan en demasia como para tomarlo en serio, tantas salidas y trampas en el guión si terminan afectando el final (la niña enferma es un truco tan gastado que da pena ajena y ni siquiera es bien usado), eso si, las interpretaciones son buenas y Fincher sabe filmar, aunque tambien tantas florituras computarizadas cansan un poco. En conclusión una disfrutable cinta con buenas actuaciones, el acostumbrado estilo de Fincher y al que le hubieran hecho bien unas tijeras, pero aun asi es mejor mucho mejor que Benjamin Button.
Calificación: Vale la Pena