Tercera parte de la saga y como apunte antes casi de la misma baja calidad que la anterior, tampoco hay mucho que ver en esta donde los malos ahora son los policias corruptos aunque nunca queda muy claro como le hacian aunque eso es lo de menos, además se mantienen y rescatan todos los personajes que habian salido y se introduce a Lorna Cole (Rene Russo) quien es una pedante pero interesante investigadora de asuntos internos que quiere saber quien le da acceso al villano de turno a las armas decomisadas con las que esta inundando la ciudad, lo mejor de la cinta esta al inicio con la destrucción de un edificio a partir de un descuido de Riggs y que los lleva a ser degradados a oficiales de campo, verlos en uniforme patrullando y poniendo multas a los peatones es muy divertido.
Por supuesto que incluso asi los dos se meten en problemas y se adentran en la investigacion mencionada, con los consabidos problemas, tiroteos, peleas, persecusiones y demás fruslerias que forman parte vital de la saga, lastima que para el final la cosa se resuelva con una facilidad pasmosa como si el que escribio el guión simplemente lo terminara en lugar de acomodar las piezas en su lugar, pero por lo menos entretiene y eso ya es mucho decir de una saga policiaca donde para este numero de secuela pues simplemente ya dan pena ajena.
Lo que si es impresionante es ver como Gibson se sigue luciendo y es que este tipo de papeles parece que fueron escritos para él (no dudo que asi haya sido), y por lo menos le da un poco más de optimismo a todo el asunto anunciandonos hacia donde va todo, y Pesci aqui sigue tan pesado y comico como la vez anterior, o quiza más debido a que sale menos en la historia y sus apariciones levantan el humor de la cinta que esta vez se va haciendo más oscura con los problemas de asesinatos, jovenes matones, drogas y demás, y despues de esta tendriamos que esperar un buen para la siguiente y ¿ultima? de la saga que por lo menos le da un cierre digno a esta saga policiaca de pareja dispareja.
Calificación: Palomera