La quinta pelicula de los Coen es una subestimada pelicula de comedia con toques de romance al estilo más antigüo, como si fuera una pelicula de los treinta, aqui a diferencia de la hilarante "Raising Arizona" la cosa se filma con tomas largas y estaticas y los personajes toman una interpretación más realista, aunque la verdad sea dicha no tanto, como cualquier otra cinta de comedia de los hermanos Coen las situaciones que se suceden son realmente hilarantes, y el reparto como de costumbres es espectacular, con actores que se encontraban en lo más alto del estrellato al lado de una leyenda y los secundarios que como en todas las peliculas de los Coen brillan como personajes excentricos, una obra no tan conocida de ellos que claro que debe revisarse si se quiere pasar un buen rato.
La cinta comienza con un narrador contandonos las festividades de año nuevo, menos las del nuevo presidente de la compañia Hudsucker que esta a punto de saltar del último piso, de ahi regresamos a ver como ocurrio esto, como el presidente y dueño mayoritario de la compañia se suicida tirandose en plena junta nomas porque si, como los demás socios no tienen dinero para comprar las acciones idean un plan para que bajen de precio y poder comprarlas cuando salgan a la venta, en tanto el inocente y pueblerino Norvilies Barnes (Tim Robbins, muy bien) llega a la ciudad donde empieza a trabajar en industrias Hudsucker y es convertido por el maquiavelico Sidney J. Mussburger (Paul Newman) en presidente de la compañia para que las acciones caigan.
Como el nuevo presidente llego de la nada y tiene muy pocas luces la feroz periodista Amy Archer (Jennifer Jason Leigh, muy bien) entra de incognito en la empresa y se da cuenta del plan de Mussburger pero por azares del destino a Norvilies le va bien pero esto lo cambia y se vuelve arrogante, cosa que los socios aprovechan para acabar con él de una vez por todas, el final es tan salido como se podria imaginar y la manera en que Barnes se salva resulta muy facilona pero que importa cuando todo lo demás ha valido tanto la pena y tenemos un personaje que por un lado es idiota pero suficientemente simpatico para ganar nuestra simpatia, quiza la pelicula más inofensiva de lo Coen pero aun asi un deleite, algo simple y que cumple como la invención de Barnes en su hilarante frase con sonrisa bobalicona y un dibujo de un circulo "tu sabes, para niños".
Calificación: Bien