CORAZÓN VALIENTE (BRAVEHEART, EU - IRLANDA, 1995)
La segunda pelicula de Mel Gibson es la que lo consagro y donde comienza su critica/fantasia politicamente incorrecta, nadie la considera asi porque ataca a los ingleses pero despues el director empezaria a arremangar con todos, una cinta que dura tres horas en las que nunca baja el ritmo y nos emociona de principio a fin, donde Gibson recupera el filme de epoca que se creia perdido (y que ahora se vuelve a creer perdido por más que copias y copias del "Señor de los Anillos" llenen los cines), mostrandonos la vida de un heroé escocés que por supuesto que existio y que fue parte fundamental en la independencia de los escoceses, contada con brio e ineligencia la historia inmediatamente nos pone del lado de Wallace, nos preocupamos por él, sufrimos por él, peleamos con él, nos emocionamos con él, este es el Wallace de Gibson, un luchador incansable que pelea por los derechos de su gente pero que como motor principal lucha por la venganza de la mujer que ama, ahi es donde uno se da cuenta de que la pelicula tiene mucho de Gibson, con las traiciones que acaban con el mesias y su sacrificio y pelea final.
Los ingleses son amos y señores de escocia pero hay una rebelión que lucha por sus derechos, a ella pertenece el padre de Wallace pero facilmente son derrotados, asi que el pequeño William Wallace (James Robinson) es llevado por su tio al extranjero donde lo educa y le enseña a luchar, ya adulto Wallace (Mel Gibson, excelente) regresa a Escocia para encontrarlo todavia peor debido a la tirania de Eduardo I (Patrick McGoohan, muy bien) quien decide destruir la sangre escocesa con una insultante ley, pero a Wallace nada de eso le importa, solo quiere vivir tranquilo y enamorar a Maroon (Catherine McCormack), casarse en secreto y ser feliz, pero las cosas no salen como el piensa, un ingles sospecha y quiere reclamar sus derechos, Maroon se defiende y Wallace pelea pero al final Maroon es ejecutada lo que causa la ira de Wallace quien se une a la rebelión, se convierte en su lider y los lleva mucho más lejos de lo que jamas pensaron.
Longshanks no sabe como apagar esta rebelión y ve impavido como Wallace va ganado terreno y batallas mientras más personas se le unen, su hijo Eduardo (Peter Hanly) es un bueno para nada y homosexual por lo que debe acabar con Wallace antes de que deje el trono, casa a la Princesa Isabelle (bellisima Sophie Marceau) con su hijo para ganar aliados y empieza a confabular contra Wallace ya que no puede derrotarlo en batalla. La trama completa es mucho más compleja e interesante, a pesar del ritmo pausado nunca dejan de pasar cosas y uno no puede despegarse de la pantalla, el romance esta bien logrado y con un tiempo justo ¿para que perder tres cuartos de la pelicula en él? (aprende Cameron), el personaje principal se gana nuestra simpatia y empatia porque resulta muy humano, no es un heroé inmaculado sino un hombre que quiere venganza y que sabe que al lograrla sacara algo bueno para su pueblo, las batallas son epicas y demuestran que Gibson es un muy buen director, y su cine posterior y sus manias ya se muestran desde aqui; su heroé invencible que solo es derrotado cuando lo traicionan sus seguidores, sus hombres vengativos, hasta su discurso cristiano cuando al final Wallace es torturado sin quebrarse frente a sus discipulos mientras estos solo ven con lagrimas en los ojos. Lo mejor son todas las escenas de batallas, la venganza de Wallace, la escena de tortura con el grito, la confesión de Isabelle a Longshanks y mi favorita, la cara de Gibson cuando se da cuenta de que lo traicionaron ¡las dos ocasiones son memorables! Y finalmente comentar que en la cinta hay muchisimos errores, hasta sus siguientes filmes Gibson se volveria exageradamente perfeccionista.
Calificación: Notable