La tercera pelicula de la saga es lo mejor fuera de la original, pero para ello tiene que hacer muchas trampas, y además se nota que de nueva cuenta se hizo de forma muy apresurada, para aclarar desde ya porque digo que hace trampa la cosa es muy sencilla, en el final de la cinta anterior Taylor destruye la vida en la tierra accionando el misil nuclear, pero los mismos chimpances dicen que lograron escapar antes de que eso ocurriera y que lo vieron desde el espacio, un problema aqui es que el tal Dr. Milo (Sal Mineo) logro reparar y hacer funcionar la nave, algo muy raro tomando en cuenta el grado de evolución que tienen los simios en ese futuro, pero digamos que el tal Milo es una especie de Tesla simiesco y que esta muy adelantado a su epoca, pero entonces nos topamos con el mayor problema de todos, en las cintas anteriores los astronautas llegaron al planeta de los simios que no era otro que la tierra en el futuro gracias a la teoria de los gemelos, es decir que para ellos pasaba más lento el tiempo por viajar a velocidades inimaginables, y aqui resulta que se tira por la borda ese argumento y se pone como que habia un tubo de gusano que los movia en el tiempo o algo asi, de otra manera uno no se explica como los simios viajaron al pasado.
Y de que va? Tampoco es un problema que incomode mucho, en gran parte porque la pelicula es muy amena y tambien porque como todas las secuelas su metraje es corto, la cinta comienza con la llegada de la nave espacial de Taylor a la tierra pero en lugar de tener a los heroicos astronautas viene con tres chimpances que resultan muy extraños por su forma de actuar y su fisico, asi que Milo, Zira (Kim Hunter, bien) y Cornelius (Roddy McDowall, bien) son obligados a pasar por algo parecido a lo que sufrio Taylor pero aunque suene raro de manera mucho más humana, hasta que Zira explota y les muestra que sabe hablar, razonar y capaz de mostrar toda gama de sentimientos, despues del juicio los chimpances se convierten en fenomenos mediaticos y consentidos del publico, pero Otto Haslein (Eric Braeden) los ve como una amenaza y como el inicio de la revolución simiesca que lleve a los humanos a su inevitable fin.
Es asi que la pareja de chimpances pasan de ser estrellas a fugitivos con todo y Zira embarazada y a punto de dar a luz al mesias simiesco, por fortuna el buen cirquero Armando (Ricardo Montalbán) los ayuda a pesar de que los inteligentes chimpances sepan cual es su destino de antemano, el mismo que el de toda la humanidad, ya sea humana o simiesca, y como buena ciencia ficción y mala ciencia aqui tenemos la importante paradoja rompecabezas, Zira y Cornelius viajaron al pasado donde dieron a luz a su hijo quien a la postre seria el iniciador de la revolución de los simios que da paso al nacimiento de sus padres miles de años despues, aunque segun los relatos de Zira y Cornelius el iniciador no es su hijo, otro error laguna pero ¿a quien le importa cuando uno se divierte?
Calificación: Interesante
Y de que va? Tampoco es un problema que incomode mucho, en gran parte porque la pelicula es muy amena y tambien porque como todas las secuelas su metraje es corto, la cinta comienza con la llegada de la nave espacial de Taylor a la tierra pero en lugar de tener a los heroicos astronautas viene con tres chimpances que resultan muy extraños por su forma de actuar y su fisico, asi que Milo, Zira (Kim Hunter, bien) y Cornelius (Roddy McDowall, bien) son obligados a pasar por algo parecido a lo que sufrio Taylor pero aunque suene raro de manera mucho más humana, hasta que Zira explota y les muestra que sabe hablar, razonar y capaz de mostrar toda gama de sentimientos, despues del juicio los chimpances se convierten en fenomenos mediaticos y consentidos del publico, pero Otto Haslein (Eric Braeden) los ve como una amenaza y como el inicio de la revolución simiesca que lleve a los humanos a su inevitable fin.
Es asi que la pareja de chimpances pasan de ser estrellas a fugitivos con todo y Zira embarazada y a punto de dar a luz al mesias simiesco, por fortuna el buen cirquero Armando (Ricardo Montalbán) los ayuda a pesar de que los inteligentes chimpances sepan cual es su destino de antemano, el mismo que el de toda la humanidad, ya sea humana o simiesca, y como buena ciencia ficción y mala ciencia aqui tenemos la importante paradoja rompecabezas, Zira y Cornelius viajaron al pasado donde dieron a luz a su hijo quien a la postre seria el iniciador de la revolución de los simios que da paso al nacimiento de sus padres miles de años despues, aunque segun los relatos de Zira y Cornelius el iniciador no es su hijo, otro error laguna pero ¿a quien le importa cuando uno se divierte?
Calificación: Interesante