ANA Y BRUNO (ÍDEM, MÉXICO, 2017)
Ana (voz de Galia Mayer) viaja en carro junto a su mama (Marina de Tavira) y su papa (Damian Alcazar) hacia una gran casona a orillas del mar, parece un viaje familiar pero el padre Ricardo parece apesadumbrado e inquieto, nada que ver con la energía de las dos mujeres, en cuanto llegan Ana encuentra un perro y va a ver el mar, ocasión que su padre aprovecha para retirarse sin despedirse, de inmediato nos damos cuenta de que en realidad llegaron a un psiquiátrico por alguna razón desconocida, ahi Ana conoce a un tipo que tiene un títere que en realidad resulta ser un amigo imaginario y/o alucinación que culmina con el tratamiento del maquiavelico Dr. Mendez (Hector Bonilla, muy bien) que con electrochoques destruye la alucinación pero también el cerebro del paciente. Carmen le dice a Ana que le prometa nunca ir al tercer piso pero esta como cualquier niña hace lo contrario y por la noche visita el piso conociendo a un hombrecillo verde que se la pasa asustando a su creador, nada menos que el Bruno (Silverio Palacios) del titulo.
Ahi también conoce a una celosa y obsesiva elefanta rosa (Regina Orozco), una tétrica araña, un insectoide que imagina un borrachales, tres mujeres desquiciadas, un pájaro con cara de mujer, un extraño robot que solo piensa en relojes, un excusado que eructa, una rock-ola y hasta una mano peluda que alude a la obsesión de su dueño, Ana puede ver y convivir con todos debido a que muchas veces los niños y los animales pueden ver a estos seres pero para estos momentos tenemos la seria duda de si no sera la niña la que esta enferma y por ello puede ver a todos estos seres, o quizá es su madre que ha perdido la cabeza por la depresión debido a que su marido la cambio por una mas joven como cuchichean con malicia las malévolas enfermeras del lugar, por lo que cuando estan en medio de la celebración para el funeral del Piripitin llega un monstruo de fuego y electricidad que los ataca pero que tiene como objetivo a la madre de Ana ya estamos totalmente inmersos en el mundo que el director Carlos Carrera creo a partir del libro de Daniel Emil.
Asi con el monstruo persiguiendo a su madre, Ana tiene que ir en busca de la ayuda de su padre que tiene que sacar a su mama de ese lugar donde se enfrenta no solo a uno sino a dos monstruos, uno imaginario y una real que es aun mas peligroso, asi Ana junto a sus nuevos amigos, todos alucinaciones psicóticas, se embarca en un viaje para encontrar a su padre encontrándose por el camino con un niño ciego y múltiples obstáculos, y lo que es aun mejor, una sorpresiva vuelta de tuerca que cambia nuestra percepción de todo y que esta mas que justificada, para llegar a un nudo final que tiene una resolución muy emocionante y con un final de antología que no tiene nada que envidiar a las mejores producciones animadas de todo el mundo, hablando de esto técnicamente la cinta es impresionante, con un diseño mas parecido al europeo, con un uso de luz, reflejo y sombras impresionante y con mucho dinamismo, en especial ese 3D que se nota en todo momento,
Y por ultimo, he leído que hubo muchas quejas de los padres de familia que esperaban algo mas parecido a la animación nacional tipo chavo del ocho y que se espantaron de ver como Carlos Carrera no teme poner sobre la mesa temas tan fuertes como la muerte, las enfermedades psiquiatricas, el duelo, la depresión, los tratamientos médicos, etc., pero también es cierto que el mensaje es magnifico y mas para los pequeños que no son los tontos que no entienden que intentan hacernos creer sino que son inclusive mas inteligentes y abiertos que los mismos adultos, una cinta mas que recomendable que recoge los esfuerzos de diez años de un director que nunca menguo ni traiciono su visión, ya solo por eso vale la pena revisarla.
Calificación: Bastante Bien
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