Después de la agradable sorpresa que resulto "John Wick" el director Chad Stahelski se embarca a seguir la saga solo mientras que David Leitch sigue por otro lado su propio camino de accion, y el resultado no es para nada malo, con mas presupuesto la secuela se deja ver y disfrutar como la primera a pesar de no llegar la nivel de ella, principalmente porque ya no tiene ese humor negro y la mala leche de la primer entrega donde la muerte de un pequeño perrito desencadena un ejercito de muertes de la mafia por la caza de un junior, todo un placer culpable que esta vez se ha cambiado por una premisa mucho mas común, pero lo dicho anteriormente, el director sigue respetando su estilo donde las peleas y las balaceras son casi un baile al ritmo de una banda sonora que siempre aporta.
Lo bueno es que la cinta comienza justo donde quedo la otra dejando fuera las lagunas que pudieran producirse, John Wick (Keanu Reeves, bien) va por su auto donde Tarasov (Peter Stormare en cameo extendido) ya que ahi estan las fotos con su mujer, desde aqui sabemos de que va la cinta, persecuciones, balazos y peleas, y por supuesto que Wick es una leyenda, despues de esto Santino (Riccardo Scamarcio) llega a cobrar una deuda, pide que maten a su hermana y termina obligando al asesino que solo sirve como mensajero de la muerte para la mujer y de aqui comienza una cacería tremenda a Wick, Santino manda a sus hombres, mas los que quieren cobrar venganza por la muerte de Gianna (Claudia Gerini) y los que quieren la recompensa.
Todo sucede manera rápido y emocionante, con una fotografía estilosa, una banda sonora que acompaña de manera perfecta las coreografías y mucha accion de la mejor calidad, ademas la brutalidad y violencia se abrazan con gracia, y el final nos deja todo abierto para una inevitable tercera parte que promete mas que esta, de hecho lo mejor de la cinta me parece ese final con Wick abrazando y temiendo ese infierno, el problema de esta es un villano muy débil y que pierde algo de gracia con la original, aun asi se agradece una cinta que es consciente de lo que quiere mostrar y sin presunciones, y con un reparto donde se presume a Ian McShane y Franco Nero para darle aun mas clase al asunto.
Calificación: Bastante Bien
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