Suzume (voz de Nanoka Hara) es una joven que sueña recurrentemente lo que parecen ser unos vagos recuerdos sobre su madre, a quien perdió en el terremoto de Tohoku que causo la fuga radioactiva de Fukushima, desde entonces la cuida devotamente su tía Tamaki (voz de Eri Fukatsu), cierta mañana después de tener el mismo sueño en un extraño lugar que parece haber sido azotado por un desastre natural en su camino a la escuela se topa con un apuesto universitario llamado Souta (voz de Hokuto Matsumura) que le pregunta por unas ruinas, Suzume le indica donde hay unas ruinas y como esa casi segura de que lo ha visto antes le gana la curiosidad y no puede evitar ir a buscarlo, topándose con las mencionadas ruinas, pero también con una extraña puerta que al abrirse parece dar a otro ¿mundo/dimensión? al que no puede acceder, pero si quitar una pequeña estatua que resulta ser un puntal/guardián que mantiene resguardados a unos grotescos gusanos gigantescos que habitan ese otro lugar, casi bajo tierra de Japón, u que son nada menos que los causan los frecuentes desastres del país.
Debido a que Suzume causa su escape y no puede impedir un terremoto se siente obligada moralmente a atrapar el lindo gato Daijin (voz de Ann Yamane) que viaja por todo Japón posando para redes sociales al tiempo que siempre esta en los lugares donde se abren puertas que dejan escapar gusanos, Suzume viaja junto a Souta quien ha sido convertido en la silla infantil construida por la misma madre de Suzume en su más tierna niñez, a partir de aquí vemos una emocionante y lograda road movie, pero con un subtexto terrible, los monstruos/dioses que causan las calamidades en Japón pueden hacerlo en cualquier momento, solo porque si, por mero capricho, sin importar los daños y muertes que causen, viajando de sur a norte vemos acompañamos a los dos jóvenes a cerrar las puertas evitando que los gusanos causen muertes en lugares que ya han sufrido históricamente dolorosos sucesos.
Al mismo tiempo que somos testigos del desarrollo y maduración de la chica, y de como se construye una bonita historia de amor, la madurez narrativa y emocional de un director que esta haciendo un homenaje a las victimas de esos terribles sucesos para que aun cerrando las puertas para poder seguir adelante nunca olvidemos sus voces, y como Suzume puede superar su doloroso pasado entendiendo que su madre ya no esta, pero que nunca debe olvidarla, y que solo ella misma puede ayudarla a construir un futuro, es decir que su futuro depende solo de si misma, un gran mensaje de parte del director para las jóvenes, y ademas tenemos esa subtrama de la tía que guarda cierto rencor pero mucho más amor y cariño, una relación bien lograda que nos recuerda la importancia de la familia en el cine japones.
Ademas la cinta nunca renuncia al humor, a pesar de los temas complejos y profundos que maneja siempre tiene una vena relajante de humor absurdo que nos arranca carcajadas y evita que desaparezca la sonrisa a pesar de lo que lo que veamos sea serio y dramático. Con una animación sorprendente, increíblemente bella, que se esta convirtiendo en sello del director, donde los colores, decorados, fondos y diseños están increíblemente cuidados, siempre con una animación y fluidez extraordinarias, y una banda sonora madura que evita las letras o exageraciones en pos de mezclarse con las imágenes, logran que en todo momento estemos boquiabiertos frente a tanta belleza.
Y finalmente, con un viaje lleno de buenas personas, Suzume siempre encuentra a alguien dispuesta a ayudarle; a darle raite, picharle una comida, ayudarla en alguna situación, y darle su amistad y cariño como apoyo, una muestra de que aunque Japón este destinado a las desgracias, mientras las personas sean buenas y se apoyen unos a otros, hay manera de salvarse, de sobrevivir, de disfrutar momentos y ser felices, siempre respetando la memoria de los fallecidos al disfrutar cada momento de vida, algo que obligo mis lagrimas sin darme cuenta cuando la música llego en ese final metafísico filosofal, junto a mi acompañante que tampoco detenía la llave en los ojos por cierto.
Calificación: Notable