En un momento clave de la opera prima de Ross el perseverante Stuart Long (un entregado y brillante Mark Wahlberg en un papel donde literalmente deja las carnes) le reclama a Dios porque le sigue mandando castigos y males, porque lo golpea tanto si el solo quiere servirle, le pide ayuda para superar lo que esta pasando, para luego de plano llegar a insultarlo cayendo inmediatamente en un arrepentimiento consciente de que fue un momento de debilidad, luego decirle que sabe que es una prueba, pero que ya lo entendió y puede detenerlo, para finalmente aceptar con resiliencia la realidad y aun así continuar luchando por lo que desea, que al mismo tiempo - esta convencido - es lo que Dios espera de él, este momento intimo confesionario en el templo arrodillado muestra perfectamente la naturaleza humana, una que tiene fe, pero duda, pero lucha por creer, y al mismo tiempo convencerse de que no, y por supuesto, donde nunca entendemos los designios de Dios, porque ¿como podríamos siendo humanos?
Este es un momento brillante dentro de la cinta, como algunos otros, en una biopic que se mueve con un ritmo algo irregular pero como ya apunte, con buenos momentos, Stu es un tipo que nunca ha sabido que hacer con su vida, ha deambulado por múltiples empleos y deportes, con unos padres casi ausentes que nunca le han ofrecido atención y el trauma grupal de la muerte de su hermano de cinco años que un día se acostó a dormir para nunca despertar, ahora es un exitoso boxeador que llego muy tarde a esa profesión, pero su fuerza de flaqueza lo hacen siempre levantarse, y ganar, pero una extraña enfermedad causa que no pueda seguir con esto, así que después de visitar a su hermano y blasfemar contra Dios va a los hollywood con el sueño de ser actor, pero en el camino solo encuentra productores depravados ¿existen de otros? y trabajos ridículos, pero un día trabajando en un supermercado atendiendo el área de carnes se enamora de primera vista de la devota Carmen (Teresa Ruiz, bien), por lo que ahora no desistirá hasta convencerla de que es el amor de su vida.
Con una meta frívola Stu se mete a catecismo, alega con niños, pone en predicamentos a los sacerdotes, y se bautiza para conocer a la familia de su novia, pero una noche de copas donde un extraño le espeta algunas verdades en la cara termina en tragedia, con un accidente donde sobrevive de milagro, y donde recuerda que una mujer lloraba compartiendo su dolor mientras le daba palabras de aliento, con una recuperación milagrosa Stu comienza a cuestionarse al fe, y su forma de vida, hasta que decide convertirse en sacerdote, ante la incredulidad de su padre (Mel Gibson, excelente), la horrorizacion de su madre (Jacki Weaver, tan bien como siempre) y la desilusión de su novia que no entiende como lleva su fe hasta tal extremo, de hecho Weaver tiene un dialogo hilarante que demuestra como vive la vida Stu a modo de critica, a partir de este momento Stuart se topara a cada momento con barreras para impedir su meta, el no ser aceptado por la catequesis liderada por el monseñor Kelly (un bienvenido Malcolm McDowell) donde de nuevo luchara retando, enfrentándose a los ataques del seminarista Jacob (Cody Fern, bien) y con la ayuda de su amigo con nombre de Jamon, Ham (Aaron Moten).
Pero esto sera lo de menos, ya que cuando es diagnosticado con miositis por cuerpos de inclusión es cuando se enfrentara a su verdadero reto, uno que lo hará dudar, pero donde finalmente su fe se hará mas fuerte, sin entender porque la iglesia no lo quiere por cuestiones "humanas" que en automático son mundanas, todo esto en medio de algunos diálogos y escenas que como ya escribí antes, son muy buenas, la mencionada escena del reclamo, la escena donde se arrastra por el templo, la linea "nadie quiere escuchar la palabra de Dios de boca de un gangster" con la respuesta de "quizá eso necesitan", las dos homilías fuera del lugar del padre Stu, todas las interacciones entre Wahlberg y Gibson que brillan por su mala leche y humor negro, es regocijante ver como se aman/odian y que hagan chistes de la condición tan grave que adolece, algunas de estas son impresionantemente valientes "voy a contratarla (a la ex novia) para que te limpie el culo" - "ese es tu trabajo" - "seria una subcontratación" con el contexto de que es mexicana, frente a esto uno se carcajea aunque no quiera.
Al final esta historia me gano, a pesar de que pudo ser una mejor película por la fuerza de la historia, pero ese reparto, un Walhberg que tiene cambios físicos encomiables por lo profesional, y la enjundia con la que se cuenta hacen que sobresalga, al final de cuentas a uno le queda claro porque Dios escogió a Stu, es un luchador que nunca se rinde, pero más claro aun que los designios del señor son inescrutables, al final uno queda quebrado y maravillado, deseando un poco de la fe que tiene el redimido Stu...
Calificación: Muy Bien