Cuando comienza la chorrocienta cinta del universo mercadológico (que no cinematográfico, no nos engañemos) pareciera que vamos a ver algo interesante, somos testigos de como una familia de espías rusos que en realidad no es familia por supuesto escapa de inmediato del país a Cuba porque son descubiertos, a esa familia claro esta, pertenece la futura "Viuda Negra" Natasha Romanoff (Scarlett Johansson) que es tomada junto a su hermana y enviada a una mentada habitación roja donde las entrenan y les lavan el cerebro en unos créditos iniciales que parecen anunciar una mejor cinta que la terminamos viendo, todo eso de las niñas siendo "programadas" para ser unas seductoras espías asesinas se deja de lado para presentar a una Natasha que se la pasa escondida ayudada por personajes de relleno hasta que llega su caprichosa hermana menor Yelena (Florence Pugh desperdiciando su talento en el universo marvel).
Ahí Natasha se entera que el malo maloso Dreykov (Ray Winstone) sigue vivo y que debe salvar a las mujeres bajo su poder ahora que un gas mágico las desprograma de alguna manera... mágica, y aunque esta historia la hemos visto mil veces por lo menos uno podría esperar una película palomera de espías feminista contra la trata de blancas, un subtexto que se maneja en toda la cinta, pero es imposible tomar en serio esto porque esto sucede al mismo tiempo que la familia de Romanoff tiene discusiones chistosas salidas de alguna serie cómica, así que entre chistes y escenas de acción que no tienen sentido porque las viudas negras no tienen poderes pero aguantan más que el capitan america, y donde las demás viudas negras son pésimas luchando.
Por ahí también aparece Taskmaster (una desaprovechada Olga Kurylenko) como un villano gris, no me acordaba de él hasta que revise la ficha de reparto, David Harbour y Rachel Weisz cobran su cheque y cumplen la cuota de aparecer en alguna cinta de marvel, y así avanzamos entre escenas pirotécnicas, sin sentido, momentos sin carácter propio y con un final exagerado donde parece que estamos ante un videojuego de esos que intentan ser películas donde los efectos especiales son los amos de todo, al final uno termina molesto con la cinta, no por el mensaje feminista, todos los hombres son malos o idiotas, sino justamente porque toca el tema de la trata de blancas como un chiste, con diálogos simplones, una trama genérica, que solo sirve para unir y presentar personajes con el inacabable universo marvel.
Calificación: Mediocre