Sera un placer culpable pero esta cinta de Castañeda me parece lo mejorcito que ha hecho el director en su carrera, una cinta de terror y acción que no le pide mucho a las producciones extranjeras, esta mejor hecha y ejecutada que las inabarcables series B del país del norte, Pedro del Toro (Andrés Martinez) quiere salirse del negocio del lavado del dinero que hace para su patrón, algún narco pesado, avisa y esta dispuesto a pagar la cantidad necesaria para vivir tranquilo junto a su mujer (Lissete Morelos), su hija María (Ana Paola Marín) y su hijo enfermo Beto (Matías del Castillo), como el tipo sabe que quizá su jefe no se lo tome a bien ha construido una fortaleza para resguardarse, mientras se encuentra esperando respuesta una niña aparece en su jardín y es perseguida por un grupo de extraños ¡caballeros ninjas! con espadas y arcos, que ademas trepan paredes con facilidad haciendo acrobacias.
La familia acoge a la pequeña mientras soporta el ataque en tanto el guardaespaldas Alan (Horacio García Roja) le exige a su jefe cambiar la estrategia, aunque nosotros ya sabemos que el tipo siempre ha pensado traicionarlo a la primera oportunidad, los otros fulanos resultan no ser el ataque enviado por los narcos sino que se hacen llamar caballeros templarios y solo quieren a la niña, algo a lo que la familia se niega por mas que Pedro no tenga muchos reparos en entregarla con tal de salvarlos. Acción, algunos momentos de terror, caballeros salidos de la edad media, narcos, fortalezas tecnificadas, y una niña que por supuesto no es lo que aparenta parecen hacer esta cinta algo ridículo pero lo cierto es que el pastiche funciona, cada cosa por más extraña o exagerada que parezca esta bien aterrizada y resulta creíble, aunque por supuesto uno tiene que dejarse llevar por la fantasía y este universo que construyo el director y guionista.
Con todo esto dicho la cinta no esta exenta de problemas, las escenas de acción están pesimamente rodadas, esos planos cerrados y los infinitos cortes terminan frustrando al respetable, las espadas en ciertas tomas se notan de goma y existen hasta problemas de continuidad, por fortuna son detalles dentro de una cinta que no se toma tan en serio y donde lo mejor sin duda es la enigmática criatura Lina que intuimos esconde un secreto oscuro, y cuando sale a la luz que es la carga simbólica del cambio de niña al comienzo de su madurez, y esto lo logra de manera espectacular Paulina Gil que si sigue así puede convertirse en una muy buena actriz, y también ese final, que no solo es arriesgado sino lo suficientemente oscuro para respetar a la cinta y a ese padre capaz de cualquier cosa por sus hijos.
Calificación: Vale la Pena