Una pareja llega a la lujosa casa que prestaron los productores, Malcolm (John David Washington, dando pena ajena con el único gesto que conoce) esta eufórico porque su nueva cinta fue aplaudida y él recibió halagos por todos lados, esto no es compartido por su novia Marie (una esforzada Zendaya haciendo lo que puede) que esta totalmente seria y supuestamente indiferente, esto debido a que no la menciono en sus agradecimientos, esto solo sera la excusa para que todo explote y comience una discusión que nunca termina, pero que si toma descansos cual pelea de box, para que ellos y el respetable no se cansen en demasía, esto no sirve mucho ya que la cinta si termina siendo cansada y peor aun, aburrida.
Pero mas allá de esta tediosa trama cinta romántica dramática, lo cierto es que el director y guionista Sam Levinson aprovecha estas discusiones para filosofar sobre el arte, el significado del cine, el contexto que se le da al arte y como el ego termina ganando sobre lo demás, el problema es que Levinson no es un director de la talla de Allen y sus desvaríos, divagaciones y debrayes nunca terminan de funcionar por lo que todo parece aburrido, y peor aun, artificial, al inicio de la cinta el director comienza diciendo que los críticos son pretenciosos porque el cine no es de mensajes, sino de corazón y electricidad, todo esto es la respuesta del director a algunas criticas que sufrió el director con esa insufrible cinta anterior que hizo, el problema con esto es que aunque tiene razón en muchos de sus argumentos no esta exponiendo algo nuevo, y no lo hace de buena manera.
Esta claro que el cine no es de mensajes, algo que he venido peleando y argumentando desde hace años, y que es un error tratarlo como algo político o de lucha social, pero el solo arremete contra los críticos, que en su mayoría son pedantes pagados, ¿y los demás? los mismos directores se han encargado de decir y volver a decir que su cine es político o lucha por alguna "causa" social, esto mismo aplica para guionistas, productores y actores, y se ha trasladado a los que ven (vemos) cine, que en la actualidad mas que nunca le dan valor a una cinta dependiendo de sus creencias ideológicas, su discurso político o demás babosadas, incluso muchas cintas basan en eso y el chantajismo toda su fama y reputación, todas las demás discusiones tienen respuestas por mas que el director solo las ponga sobre la mesa, y son que lo mas importante es el arte en si mismo, ya dejando claro que el director no expone nada nuevo y por el contrario es contradictorio y pedante, incluso su intento de polemizar es aburrido, solo queda una cinta donde como dice el personaje de Zendaya, "nada interesante sera dicho esta noche".
Calificación: Mediocre