En el mejor momento de la cinta la matrona de la mafia Catarina Bastiani (Claudia Cardinale) le espeta al rudo lider policial Vronski (Lannick Gautry) que en realidad son iguales y que la única diferencia entre ellos es que él tiene una placa, con lo que acabamos de ver en la cinta escrita y dirigida por Olivier Marchal queda claro que palabras mas ciertas no pueden decirse, despues de todo hemos visto durante dos horas como la policía esta conformada por tipos corruptos, violentos, misoginos, mujeriegos, pedantes, asesinos, rebeldes, irrespetuosos y con grandes ansias de poder, todo esto suena bastante bien pero al terminar de ver la cinta no pude evitar pensar que la farragosa historia habría funcionado mucho mejor como miniserie ya que las cosas suceden de forma tan enredada que parece que en el corte se hayan llevado varias partes importantes, aun así puede seguirse pero la gran cantidad de personajes mas bien estorba y algunos a los que se les intenta dar peso desaparecen para ya nunca volver.
La historia de la misma manera cuenta con muchas subtramas que en su mayoria no llevan a ningún lado, comenzamos con un atentado que despierta una rencilla entre mafias en las que la policía se ve metida, y los policías caen en desgracia para querer retirarse confiscando un cargamento que lleva a una situacion de la que ya vimos la resolución en el inicio, por alla hay un policía que trabaja para la mafia, la mujer de ese policía se mete con el jefe de esté, el protagonista busca a un topo, el mujeriego y su mujer alcohólica caen en desgracia, el tipo de color apenas aparece, y el otro tipo solo sirve para matar al antiguo interés amoroso del prota, también esta ahi Jean Reno como el mero mero jefe que se porta tan estricto y mamón que resulta obvio que esconde algo, los de la mafia quieren venganza por el hermano muerto, el soplón es entregado por Vronski porque este quería venganza por un lió de faldas, que vaya que hay líos de faldas aquí.
Con todo esto, tanta corrupción, ambigüedad y cero profundidad a los espectadores ya no nos interesa nada, y poco queda de esa humanidad o deshumanidad del inicio cuando el padrino quitaba la vida de su mujer en un intento de mantener dignidad, y todo lo que he escrito es solo una parte de la extensa trama que no tiene descanso pero que nunca nos engancha, por lo menos los valores de producción son buenos, y el final es justo lo que uno esperaría, verdadero y cruento, de hecho este final merecía una mejor trama y hasta unas mejores actuaciones, a final de cuentas una cinta mediocre que nunca supo explotar el universo que expandió y que se queda en un intento que no llego a buen puerto.
Calificación: Mediocre