Una pequeña niña se levanta por la noche al escuchar ruidos y descubre que su padre esta muerto, posiblemente asfixiado por su madre, o todos creen eso pero la pequeña como la madre alegan que fue un ente demoníaco llamado Mara, por supuesto que nadie lo cree y la mujer es mandada al manicomio mientras la culpa carcome a la psicóloga responsable, Kate (una esforzada Olga Kurylenko), que decide investigar sobre otro posible responsable, quizá el drogadicto Dougie (Craig Conway) que menciono el abuelo, ya con esta premisa esta claro hacia donde va la historia del director Clive Tonge, un asesinato que se supone normal, la investigación donde múltiples implicados alegan que un demonio esta detrás, y por ultimo el acoso de la protagonista de turno por el ente diabólico, y esta cinta no intenta nada mas, lo cual no es necesariamente malo ya que estamos ante una cumplidora cinta de terror que resiente mas que nada un presupuesto mínimo.
Kate intenta ayudar a la pequeña que traiciono porque se ve reflejada en ella, tambien fue separada de su madre y ya no pudo verla, pero cuando el demonio se le empiece a aparecer deberá luchar por salvar su vida y su alma, como ya anote arriba los recurso de producción son mínimos y se nota, pero la fotografía grisácea y sucia es la adecuada para el tono del filme, las actuaciones son correctas, todo el asunto del demonio Mara esta bien planteado con todo y fases sin que se haga trampa en algún momento para causar alguna sorpresa que no tenga sentido, el aspecto del demonio Mara esta muy logrado interpretado por Javier Botet, con ese caminado a trompicones, brazos largos, colores grises, se intuye que es la mujer decrepita que se menciona en un inicio.
El sonido es bueno y las apariciones del ente casi siempre son logradas, ademas tiene una de las escenas de autoflagelacion mas bestiales que recuerdo en epoca actual, logrando que incluso quieras apartar la mirada y eso ya esa algo, y lo de la parálisis del sueño esta bien tratado con datos y contexto histórico incluido, por otro lado esta claro que la película es un vehículo de lucimiento de la hermosa Olga Kurylenko que carga casi toda la cinta, y la chica cumple con creces el cargar la cinta, de hecho tiene una fuerte presencia, me llama la atención el ritmo vertiginoso de trabajo, muchas películas por año casi siempre de protagonista y siempre dando todo de si, solo por su profesionalismo y el hecho de cerrar la historia sin posibles secuelas dejan claro como le gusta su trabajo, y logra así una película que puede verse con hartas palomitas y las luces apagadas por supuesto.
Calificación: Regular