LA NEGRADA (ÍDEM, MÉXICO, 2018)
Al inicio de "La Negrada" vemos a un alegre negro que suelta los versos del "negro chulo", una picara "poesía" que dice como son los negros, es decir huevones, flojo, viciosos, y mujeriegos, y todo esto ademas con una satisfacción y cinismo que es contagioso, de aquí somos testigos de la vida de Neri (Felipe Neri Acevedo Corcuera) que aprovecha la pintoresca cultura de los lugareños para tener una mujer, Juana Mariche Dominguez, una "querida", Magdalena Soriano, y multitud de "jales" por aquí y por alla que le han dejado múltiples hijos regados, somos testigos del día a día de esta peculiar familia ¿o familias? donde nunca deja de llamar la atención el negro principal, un vaqueton vividor y mantenido que a pesar de todo es amado fielmente por sus mujeres y tanto admirado como odiado por sus hijos, por ahi uno de ellos afirma que tiene que ser tan mujeriego como su padre para seguir la tradición familiar.
Neri pasa unos días junto a Magdalena, pasándolos en la hamaca, siempre con una cerveza en la mano, a veces sale a pescar, es grosero y sus hijos le valen menos de dos cacahuates, cuando ella le inquiere sobre la otra mujer de inmediato salta con groserías y detiene todo como todo un macho, otros días va a visitar a su esposa Juana que esta enferma de tal manera que terminan desahuaciandola, en tanto que las dos mujeres aguantan las groserías y el valemadrismo del negro con una compostura admirable, los hijos de estas lo soportan con menos gusto, la hija de Juana apenas soporta a su padre y lo intenta enfrentar múltiples veces, una de antología donde dejo a su madre moribunda sola mientras estaba cortejando a su nueva adquisición, nada menos que la mujer con quien su esposa compartía cuarto en el hospital, y ademas la chica pelea contra la decisión enfermiza de su madrina que desea un hijo, por lo que quiere que su marido le haga uno con el cuerpo de ella.
Los hijos de la otra no se le enfrentan, pero han entrado en una espiral de autodestrucción que el flojo tipo no quiere detener, o por lo menos lo hará mas tarde, por ahí tenemos algunas rimas de negros que son tan cínicas como vivaces, y una muestra de como los tipos viven del turismo sexual y por ello apenas trabajan lo mínimo, por cierto este estilo de vida de hamacas y no trabajar también es compartida por mujeres, es decir es una cuestión cultural. La cinta escrita y dirigida por Jorge Pérez Solano tiene su pecado en los actores no profesionales, a veces se ven poco naturales, pero debo decir que su cínico carisma lo compensa, ademas técnicamente es buena, desde la fotografía casi documental, hasta el cuidado sonido, solo siento que esa escena del autobús esta por demas en una historia que no parece ir por los derroteros de la denuncia racial, digo, por mas que al final se nos diga que viven así y no tienen apoyo, lo cierto es que los vi muy contentos y felices, no creo que quieran cambiar su estilo de vida. Ademas Neri es un gran personaje, la escena del refrigerador, la de las tortugas, la de corrijo a mi hija mas tarde, la cena con la nueva querida, y todas las groserías donde pone un hasta aquí, tan aberrante como poderoso.
Calificación: Competente