Solo he revisado "Spring Breakers" del divisorio director y guionista Harmony Korine, dicho sea de paso me pareció una cinta fallida que mas alla de algunos fotogramas bonitos y mucho eyecandy no ofrecía nada mas, por ello mi sorpresa al verme autenticamente interesado al inicio de esta cinta siguiendo la vida del simpático y desquiciante perdedor Moondog (un ¿fumado? Matthew McConaughey cargando la película), un poeta famoso que tiene años que no hace nada, a no ser claro tomar cantidades ridículas de cerveza, estar siempre drogado, y meterse con todas las mujeres que pueda, despues de todo esta en Cayo West y ese lugar solo existe para eso como el mismo apunta, como escribí claramente puse al inicio, pero aunque Korine parecía perderme en ciertos momentos tomando decisiones que parece nos llevaran a una convencional cinta de rehabilitación la verdad es que nunca traiciona la esencia de su personaje y eso hace esta cinta quizá no cien por ciento original pero si tan diferente como para separarse de las demas, y aunque en cierta forma la misma formula se repite una y otra vez nunca me molesto, quizá por el mismo desenfado de la cinta.
Y es que si Moondog es un poeta ¿como tiene dinero para vivir enfiestado y aplaudido por todos mientras gasta en ellos y él mismo sin cesar? la respuesta es muy sencilla, la del dinero es su bella mujer Minnie (Isla Fisher) que lo deja ser libre solo para llamarlo cuando lo necesita, como en la boda de su hija Heather (Stefania LaVie Owen) y aprovecha para una buena sesión de sexo oral de una vez, pero cuando no esta mantiene una relación mas estable con el amigo rapero de Moondog, Lingerie (Snoop Dogg), con todo este desmadre parece que la cinta puede caer en el drama excesivo, o la comedia caricaturesca, y aunque no reniega de esta ultima siempre se mantiene en esa temática que Moondog abraza, donde nada le interesa, todo se le resbala, en pocas palabras todo le vale. Es asi que asistimos a múltiples ocasiones en que Moondog puede rehacer o reconducir su vida y pasa olimpicamente de todas ellas, lo que hace que Korine nos entregue una cinta episodica, que se siente ajena e inconexa, y aun asi genuinamente disfrutable.
Y todavía mas con esos encuadres bien logrados y esa fotografía en tonos pastel que nos hace disfrutar los atardeceres y el mar de Miami como si estuviéramos ahi, y mientras los vemos divertirnos con un Moondog que fácilmente pasa el trago de la infidelidad, al que no le importa mucho lo que piense su hija, al que un trágico accidente no cambia nada, que escapa de la rehabilitación con un tipo tan loco como él (Zac Efron), que acompaña a un desquiciado capitán enamorado con los delfines (Martin Lawrence) en viajes turísticos llenos de humor negro, que lleva una horda de alcohólicos y homeless desquiciados a destruir su casa, que vive un sueño idílico con todo y viaje en avioneta surrealista, y que nos regala un final tan poco creíble como la inacabable filosofía de Moondog donde un espectáculo, un disfrute, una diversión, valen mas que todo el dinero del mundo, ojala todo el mundo pensáramos asi pero supongo que no se puede, digo, aun con lo que disfrute el final me sigue doliendo lo que se quema, auch.
Calificación: Bastante Bien