LA MALDICIÓN DE LAS BRUJAS (THE WITCHES, REINO UNIDO - EU, 1990)
Recordaba haber visto esta cinta cuando era pequeño, y lo hacia con cariño por lo que aplazaba el revisarla ahora de viejo ya que muchas veces cuando uno lo hace se da cuenta que lo que en su momento le pareció bueno por nostalgia, recuerdos, desconocimientos o simple presión social verdaderamente no lo es tanto, me ha sucedido con muchas otras películas, igual sucede el efecto contrario, cuando uno es adolescente o recién adulto se cree sabelotodo y exige demas no viendo las cualidades en un todo, por fortuna cuando termine de verla no podía quitar la sonrisa de mi boca, y no era el efecto nostalgia, era el efecto Roald Dahl y Jim Henson, el primero un genio en narración de historias que con sus historias infantiles nos transporta a mundos mágicos siempre coherentes y nos emociona hasta el alma, el segundo un genio del séptimo arte que con sus marionetas y efectos nos transporta a mundos maravillosos donde los grotesco se conjuga con lo hermoso, y que siempre esta dispuesto a sacarnos una buena carcajada.
Es asi como la historia de las brujas de Dahl nos tiene tan encantados como aterrorizados, recordaba que de niño daba un poco de miedo y en la actualidad constato que viéndola de niño debe causar verdadero terror junto a un sentimiento de magia aventurera que no puede desaparecerse, Luke es un pequeño que ama a su abuela Helga (la gran Mai Zetterling, perfecta como encantadora y combativa abuela adorable de quien escucha historias sobre brujas y como cuidarse de ellas, la desgracia llama a su puerta informando que sus padres han muerto por lo que se ve obligado a vivir con la abuela Helga que decide llevarlo a Estados Unidos, pero extrañas cosas le suceden a Luke, una extraña mujer con brillantes ojos purpuras intenta convencerlo de acercarse, cosa que llega al extremo cuando en el hotel de vacaciones todos los indicios que le asevero su abuela parecen darse en los integrantes de una convención de amables mujeres.
Es decir, tienen un brillo purpura, sufren comezón en la cabeza ya que al ser calvas usan pelucas, esconden sus garras con elegantes guantes, y no tienen dedos por lo que no usan zapatos en punta, despues de conocer al pesado niño Bruno (Charlie Potter), y sus distantes padres, asi como lidiar con el gerente del hotel (nada menos que Rowan Atkinson como un Mr. Bean mas funcional) las cosas se salen de control cuando queda atrapado en la convención por buscar sus ratones, escondido se da cuenta que todas son brujas y que la bruja mayor (magnifica Anjelica Huston y con kilos de maquillaje sigue siendo expresiva) tiene un plan para convertir a todos los niños en ratones, mostrando como funciona la formula en el glotón de Bruno y dejando todo sin esperanza a menos que dos ratones parlanchines salven el dia, y de paso acaben con las brujas si no son pisados en el intento.
Algunas escenas son esplendidas, la historia de la niña desaparecida y vista en el cuadro pintado por su padre es terrorífica y causa desasosiego, la bruja que se aparece a Luke es una maravillosa muestra de como funcionan las brujas, sin o con poderes, las escenas con Luke escondido en el salón con todas esas brujas nos tienen en tensión máxima, los ratones, ya sean entrenados o marionetas, son geniales en las escenas, y finalmente la escena de la transformación de las brujas, en especial la bruja mayor, es de otro mundo, lo máximo en los efectos de Henson que de verdad da miedo y que aun me tiene pensando como diablos logro esos efectos prácticos tan reales y orgánicos, eso si, el final peca un poco de adorable pero para ese entonces el director Nicolas Roeg nos tiene en la bolsa, nos ha asustado, maravillado, emocionado, asqueado, divertido y hasta nos ha dejado una valiosa enseñanza, pensada por el gran Dahl y manufacturada por otro grande, Henson.
Calificación: Muy Bien