En los cines de la ciudad esta la cinta de terror de Darren Lynn Bousman que aguanta el palomazo solo si uno tiene el estomago lo suficientemente fuerte, y es que la cinta mas que aportar por el terror jump scare o sobrenatural prefiere apuntar al terror incomodo, gore, casi de tortura donde uno termina viendo un thriller dramático que resulta tan repulsivo como fascinante en su puesta en escena, ya sea por el logrado ambiente de ese convento que parece salido del infierno, por la fotografía cambiantemente psicodelica que no da pie a la tranquilidad y por supuesto por una villana que es tan desquiciante como inteligente, la cinta no trata sobre el peligro de los sobrenatural sino de la maldad humana que nunca cesa, estamos en los años cincuenta y la pecaminosa Mary (esforzada Sabrina Kern) esta esperando un hijo fuera del matrimonio, ademas su novio es un músico bueno para nada y su padre un alcohólico sin remedio, y por si fuera poco carga la pesada loza de culpabilidad por un incidente con su hermano.
Asi que la mujer sin nada mejor que ofrecer a su hijo se encierra en el convento, pero desde el inicio el director nos deja claras sus intenciones, aquí no hay lecturas ni ambigüedad, no puede ser asi en un lugar que esta repleto de trampas de osos en sus inmediaciones y que ademas esta cubierto por neblina en medio de la nada, ahi las demas jóvenes actúan extraño, apenas hablan y si lo hacen no ofrecen nada personal en tanto las monjas parecen mas carcelarios que devotas de Dios, pero muy pronto nos daremos cuenta que las cosas son justo como parecen, ruidos extraños por todos lados, unas jóvenes embarazadas y aterrorizadas, monjas que son sádicas y disfrutan torturando, y una madre superiora que no tiene empacho en decir que el vaticano no aprueba sus métodos y las han abandonado, pero que aun asi se las arreglan gracias a unos admirables "benefactores", por supuesto estos no ayudan sin buscar algo a cambio asi como las mismas monjas en este lavado de cerebro que nos llega directamente a la mente.
Claro que la cinta tiene fallas, abre algunas cosas que jamas vuelve a retomar, en cierto momento el avance se vuelve lento y los flashbacks tienen un ritmo muy diferente al presente actual de la cinta por mas que nos ayuden a conocer a Mary, pero todo se perdona gracias a las escenas gore y de tortura que nos hacen odiar a las monjas mientras sentimos lastima por las inquilinas y por supuesto, por esa detestable y maquiavelica madre superiora (majestuosa Carolyn Hennesy robándose la cinta) que resulta tan repulsiva como atrayente, que siempre es perspicaz, que siempre tiene una sonrisa amable mientras es lo mas cruel posible y que puede excusar a alguien de comer con un tono de voz melodioso y una sonrisa, claro, siempre y cuando coma lo que acaba de vomitar porque ahi nada se desperdicia.
Calificación: Palomera