Y seguían saliendo como tortillas las secuelas de la saga, esta vez se cuenta la historia del hijo de Zira y Cornelius, Caesar (Roddy McDowall ahora encarnando al hijo en lugar del padre Cornelius), quien como bien decía el paranoico Otto sera el encargado de hacer la revolución que lleve a los simios a dominar el planeta, y de nuevo los mismo errores de seguimiento, antes no era él el primer simio que se rebelaba y los simios evolucionaron con una rapidez alarmante, en solo veinte años de convivir con los humanos se convirtieron en esclavos a los que no les faltaba inteligencia sino un lider que les quitara el temor, eso si, la película es muy entretenida y muestra de manera clara y concisa los pasos de Caesar para llevar a cabo la conquista del titulo, de una forma creíble ya que los simios estaban en todos lados y por ello destruyeron el sistema desde dentro, también es importante anotar que el nacimiento de la rebelión viene por la venganza de Armando quien se suicido para no traicionar a Caesar.
Y de que va? Lo dicho, los perros y gatos se han extinguido gracias a una enfermedad y por ello los humanos que siempre necesitamos perro que nos ladre adoptamos a los simios, pero al darnos cuenta de que estos eran más inteligentes y su forma física les permitia hacer labores que eran imposible para las otras mascotas los agarramos para hacer las tareas de talacha, es decir que los convertimos en esclavos, Caesar al ver como tratan a sus congéneres explota como digno hijo de Zira y se mete en problemas, y junto con él a Armando (Ricardo Montalbán en papel crucial) quien lo protege hasta dar su vida, algo que Caesar toma como a gota que derramo el vaso y se decide a juntar a todos los simios, sean gorilas, chimpances u orangutanes (aunque creo que no había ninguno de estos) para quitarles el poder a los humanos y construir su idílico mundo, es asi que llegamos a la batalla final que esta bien hecha y al discurso de Caesar que nos augura un mejor futuro, tanto a simios como a humanos.
Por supuesto que eso no será posible como ya vimos en las primeras películas donde los humanos pasan ser ganado, en tanto otros son mutantes tipo X-men, pero bueno, ahi están los deseos de Caesar que al final de la cinta se gana la admiración el respeto de todos, o por lo menos los mios si, ya quisiera conocer a un humano que pensara por lo menos parecido a él, y finalmente las alegorías y simbolismos siguen y siguen, esta vez con la lucha de las razas, bien por J. Lee Thompson que logra momentos emocionantes en batalla y otros de intensidad sin necesidad de palabras.
Calificación: Vale la Pena