"EL CALLEJON DE LAS ALMAS PERDIDAS" ("NIGHTMARE ALLEY", ESTADOS UNIDOS - MEXICO - CANADA, 2021) DE GUILLERMO DEL TORO
En la conclusión de esta cinta noir Stanton Carlisle (Bradley Cooper, bien) esta conversando con el dueño de algún circo (Tim Blake Nelson en cameo) cuando de repente este suelta la frase de "trabajo temporal" y a uno se le hela la sangre, porque sabemos lo que viene más adelante, de hecho ya lo sabíamos porque las pistas se nosfueron dando durante toda la película, de tal manera que el fantasma de esto siempre estuvo rondando por ahí, como un adelante del inevitable destino final de ese pobre diablo ambicioso, tanto así que desde una explicación clave de otro dueño de circo llamado Clem (Willem Dafoe, bastante bien) intuimos el inminente desenlace, pero aún así este golpea como un marro porque es aquí, cuando el protagonista por fin entiende su parte/lugar en la historia de la vida, y donde por supuesto la cinta deja de ser de del Toro para abrazar la depresiva y pesimista misantropía del libro de William Lindsay Gresham.
La historia comienza con Stanton arrastrando lo que parece ser un cuerpo envuelto para luego quemar una casa - ¿su casa? - sin mirar atrás, se topa con un circo donde conoce a un grupo de freaks con los que hace equipo, y donde aprenderá a embaucar al respetable, o quizá lo contrario, ya que las personas que visitan estas extrañas atracciones y shows en realidad solo aspiran a ver a alguien más miserable que ellos para sentirse mejor con sus horribles vidas, por lo que los asiduos clientes de estos lugares no solo quieren ser engañados, sino que principalmente quieren sentirse mejores que esos monstruos de circos que apenas tienen donde comer y dormir, y que mejor que este sea un monstruo/geek que coma cartílago arrancándolo a mordidas del cuello de una gallina, algo que extrañamente si despierta algo en el miserable Stanton, al que conforme conocemos entendemos que es solo un ambicioso sin escrúpulos cuyo mayor pecado será querer engañar a tramposos más inhumanos que él.
La primera parte de la cinta transcurre en el circo ambulante, en los terrenos conocidos del director, con muchos cameos de actores famosos (aparecen por ahí Mark Povinelli, Clifton Collins Jr. y su actor fetiche Ron Perlman), y es donde encuentra (mejor dicho elige) su profesión, de la mano de la suelta Zeena (Toni Collete) y su esposo Pete (David Strathairn), quien termina siendo su mentor, además ahí conoce a la angelical Molly (Rooney Mara) con quien desea compartir su vida, que además sirve para mostrar que la actuación abarca toda su vida al ser el dedicado enamorado de la chica, cuando Carlisle se siente preparado no duda en volar solo, para dar paso al segundo acto en la ciudad, donde Stanton es un famoso mentalista con ¡dos funciones diarias! aunque para esto se la pase regañando a su mujer, hasta que conoce a la doctora Lilith (Cate Blanchett, perfecta) quien es su boleto de entrada al mundo espiritista donde puede quitarle billetes a ricos y poderosos.
Esto da paso a la tercer y última parte de la cinta donde la metáfora se completa, una que se ve venir desde mucho antes pero aún así golpea con muchísima fuerza, esto gracias al ritmo que imprime el director que va siempre in crescendo, junto a un diseño de producción precioso, una fotografía impecable y una iluminación bellísima qué bebe del cine negro al que homenajea, así la cinta empieza con un tono pausado, casi como un sueño, pero va aumentando el ritmo en la ciudad donde además el tipo de arte cambia, para dar parte a esa acelerada parte final donde la violencia, la sangre y los monstruos verdaderos afloran, así que lo más interesante es la historia que viene del libro, donde se nos deja claro que Stanton no solo es un hombre ambicioso sino que es un monstruo capaz de pasar por encima de todo y de todos con tal de lograr sus metas, pero comete un grandísimo error que le advirtieron múltiples veces pero que el tipo siempre se paso por el arco.
Carlisle empieza a creer sus mentiras, a irrespetar todo, aunque le han dicho que nadie puede escapar de Dios, su soberbia lo lleva a creer que es más astuto, más amoral, más inmoral, más perverso y más monstruoso que los que lo rodean, sin darse cuenta - aunque nosotros si - que se ha topado con monstruos de verdad, unos con una maldad tan grande que ni siquiera puede concebirla, y para cuando lo descubra será demasiado tarde, porque esos monstruos están a plena luz del día, son respetados, admirados e idolatrados, sea en el multimillonario Ezra Grindle encarnado magníficamente por Richard Jenkins, sea lapérfida Lilith destilando clase como la femme fatale clásica del género, estos son los verdaderos monstruos, ocultos no solo por belleza y labia como Stanton, sino por la idolatría social, por su lugar en el mundo, por sus conexiones, y justo por ello no les importa el dinero - ¡ya tienen mucho! -, sino el poder, la destrucción y el ego, hacen el mal porque pueden y porque quieren, porque les divierte y lo gozan, y porque siempre ganan, enviando a pobres diablos como Stanton, que cual Ícaro creyó que jugaba en las mismas ligas, pero al perder ante estos monstruos quedar condenado a un destino del que no sabe si reír o llorar como se muestra en esa portentosa y desquiciada imagen final.
Calificación: Excelente






















































