Cinecritica: El Palacio del Calzado

EL PALACIO DEL CALZADO (SCHUHPALAST PINKUS, ALEMANIA, 1916)

Ernst Lubitsch en su primer trabajo lo hace bastante bien, no solo como director sino tambien como guionista y protagonista, se desempeña de manera desenfadada en una comedia que bebe mucho de las que se hacian en Estados Unidos pero que encuentra su propia identidad en una gran desfachatez y en una ridiculez que no deja titere con cabeza, la historia nos muestra las andanzas de un vago llamado Sally Pinkus (el mismo Lubitsch desempeñandose muy bien como un vagabundo flojo con buena suerte que se gana nuestra simpatia) desde que es un estudiante que vive con sus padres hasta que logra hacer fortuna y buen nombre, como punto adicional es un joven judio aleman que representa todo lo que un judio no dede ser ni hacer, en pocas palabras un desmadre bien armado.

Primera escena y vemos a Pinkus dormido siendo llamado por su madre para ir a la escuela, este no se levanta hasta que su padre lo obliga, llega tarde a la escuela por acompañar a una chica quedando bien, no puede hacer gimnasia y recurre a engaños para zafarse, se pavonea con las chicas, es expulsado y busca profesión, nadie lo contrata pero al final logra un empleo de aprendiz de zapatero, despues de varias situaciones es corrido y cae a un nuevo empleo, mejor que el anterior con un zapatero más afortunado donde se la pasa enamorando empleadas, sin trabajar ni desgastarse pero ganandose el favor del jefe, y hasta alguna clienta distraida que el jefe queria para él, justamente por esto lo despiden pero ni tardo ni perezoso consigue que lo auspicie una bella mujer para poner el palacio del calzado del titulo y con los dotes de simpatia de Pinkus levanta rapidamente el negocio para el final feliz.

Pelicula interesante y muy divertida, con momentos de relajo y verdadera locura, es imposible no reir a carcajadas, la desfachatez del personaje principal es de antologia, y quiza aun más interesante esa moraleja/historia sobre el cinico que no estudio, nunca aprendio, nunca se comporto, nunca trabajo pero a final de cuentas logro el exito y la felicidad debido a la labia, buena suerte y eso si, mucha perseverancia y ganas de hacer las cosa, aunque uno se queda con la pregunta de que ¿para que diablos trabaja tanto si sube el que tiene más suerte o se mueve mejor en los terrenos de sociedad? aunque de lo que no queda duda es de que Lubitsch demostro gran talento ya desde sus inicios y un buen manejo de camara y tiempos, incluso diria que adelantados a su época.

Calificación: Interesante