ARAYA (IDEM, VENEZUELA, 1959)
Araya de Margot Benacerraf no se siente propiamente como un documental pero no cabe duda de que documenta todo lo que pasa en Araya, donde tres pueblos son representados por diferentes personajes que son tan pintorescos que ni siquiera hace falta trasladarse a esa época mentalmente porque aun ahora son exquisitos, el aspecto tecnico de la pelicula es más que sobresaliente, las tomas que logra la directora con Giuseppe Nisoli son excelententes, además de que este era su unico equipo de trabajo aparte de un pequeño ayudante local que les ayudaba a cargar cosas, lo de la cinematografia es estupendo, el color en blanco y negro me parece más que adecuado, nada mejor para acentuar el color de la sal y de los quemados trabajadores que pasan todo el dia recibiendo el sol de frente, impresionante tambien como Nisoli se subia a maquinarias para logras tomas aereas o como dejaba la camara estatica en un punto perfecto para tomar los agiles e hipnoticos movimientos de los pobladores.
Benacerraf se enfoca en unos cuantos habitantes para representar los diferentes estilos de vida de la olvidada peninsula, se dice mucho que la cinta es un poema y algo de eso tiene, las imagenes que nos relatan más que cualquier ensayo sobre el lugar, la estupenda musica que es hipnotica y no destaca sino que realza lo que vemos y finalmente esos movimientos y rutinas de los trabajadores de la salinera y hasta en su propia casa por parte de los lugareños que llevan un ritmo musical en todo lo que hacen, cuando llevan los más de setenta kilos en la cabeza y los van soltando para tomar su pago cada vez como si de un ritual se tratara, o como cuatro chicos golpean la sal hasta dejarla lo más fina posible todos al unisono, haciendo ritmo con los golpes y casi danzando mientras lo hacen, eso es lo mejor, lo más "poetico", porque por el otro lado tenemos el guión filosofico poetico escrito por la misma directora y Pierre Seghers que aunque bueno por momentos encontre chocante.
No porque sea malo, aunque si un poco repetitivo, de hecho es bueno pero no me gustaba que dejaba atras los sonidos, los gritos, los casi canticos, los sonidos de Araya, me habria gustado escuchar más los sonidos nativos en lugar de tanta voz en off, por lo demas el documental es estupendo, vemos una familia que solo sabe trabajar de la sal y vive para ello, al terminar el trabajo de la salinera llegan a casa donde la hermana de la cabeza de familia esta haciendo objetos de barro bellisimos y los termina en una gran hoguera, en otro pueblo unos pescadores sacan el fruto de su esfuerzo y sus mujeres lo llevan a vender a los pueblos salinos, parte del pescado se guarda con la sal, lo unico que hay ahi es sal y peces, la gente vive del mar, tanto asi que no hay agua y una pipa con agua que reparte una matrona es todo lo que tienen para vivir, y hasta en los cementerios en lugar de flores le ponen caracoles, al final la revolución industrial llega al lugar y con ello la muerte de esta vida para los pobladores, la pregunta de Margot es simple ¿esta industrialización ayudara en el estilo de vida de Araya? lo mismo nos preguntamos nosotros y cuando vuelve cincuenta años despues la pregunta queda contestada de una manera harto pesimista, claro que eso no sale en el documental que termina con la llegada de los monstruos industriales sino en otro corto que se encuentra en el mismo dvd, quiza hubiera sido mejor quedarme con la duda en el final de una cinta hipnotica.
Calificación: Muy Bien
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