Este comentario no tiene desperdicio: "La economía va tan mal en Japón que el Ministro de finanzas, Shoichi Nakagawa, decidió ahogar sus penas en alcohol. Por desgracia, escogió la reunión del G7 (las 7 naciones más ricas del mundo) en la cual él representaba a su país, para emborracharse. En consecuencia, ahora se ve obligado a renunciar. A nuestro ver, Nakagawa es el único de los 7 ministros de finanzas del G7 que debería permanecer en su cargo. Los otros 6 obviamente no entienden el tamaño del problema que enfrentan; si lo entendieran, estarían borrachos también."
25/2/09
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