Ning (Nittha Jirayungyurn, bien) llega a revisar el departamento que renta y que todavía debe, encuentra un desastre, todo arruinado y los muebles destruidos, por lo que rentarlo se le complica ya que primero tendría que darle su manita de gato y no tiene dinero para eso, el agente de ventas le dice que puede rentar la casa en la que vive, la de su marido, es grande y bonita, pagarían bien por una casa tan grande, pero su marido Kwin (Sukollawat Kanarot) se rehúsa a rentar la casa, de hecho hace todo lo posible por no hacerlo sin importar los ruegos de su esposa al grado de aconsejarle mejor venderla aunque pierda dinero, aun así accede a que un par de mujeres vean el lugar, y extrañamente accede a rentarlas sin que Ning tenga que ver en la negociación y que cuando llegue descubra que su marido ha cambiado de opinión, prácticamente porque si, por fin podrán salir de deudas, además su casa está en buenas manos con una seria doctora y su hija.
Apenas tiene tiempo de pensar esto cuando la vecina chismosa de rigor le suelta que algo extraño está pasando en el lugar, su casa prácticamente esta sellada, con las puertas cerradas y todas las ventanas ocultas, los cuervos revolotean por el lugar y en todas las madrugadas, exactamente a las 3:45 descubriremos luego, se escuchan extraños canticos que parecen ser de un ritual, para acabarla de amolar su marido comienza a actuar raro, desaparece a la misma hora, guarda con recelo el libro que le regalo la dizque doctora y se ha hecho huraño, además del extraño símbolo que recuerda a los masones que comienza a aparecer en todos los que la cada vez más desesperada protagonista conoce, no pasa mucho tiempo para que su hija sea perseguida por un extraño ente/espectro que aparece - vaya casualidad - a la hora de los rituales, este es el inicio de la trama del director y guionista Sukdapisit que en su haber tiene nada menos que otro guion malévolo con "Shutter".
Rituales satánicos, brujería, sectas reservadas, símbolos extraños, entes deambulando por aquí y por allá, altares terroríficos, canticos/rezos extravagantes y mucho terror en una cinta que en su primer parte nos regala lo mejor del horror oriental, con un ritmo dinámico, un ambiente malsano, muchísima tensión y esa sensación de paranoia y terror que parece que solo existía en las cintas de antaño, y en estas que se realizan en la actualidad del otro lado del mundo, y que como muchas de esconder mucho más de lo que aparenta, así que llegando casi a la mitad de la cinta sucede algo que explica todos los cabos sueltos y secretos, se nos revelan muchas cosas desde otra percepción y con ello nuestra visión de la cinta y todavía gana más protagonismo la pequeña Ing (Thanyapat Mayuraleela, bien) , cambiando a ese drama que al horror oriental se le da tan bien.
Para finalmente en su último tercio pasar a un nuevo punto de quiebre con un giro retorcido que nos regresa al horror y que da paso a un clímax tan maquiavélico como sangriento, y que sigue dando sorpresas sin perder ni un ápice del ambiente construido, uno de terror, pero con ese drama a flor de piel, uno termina aterrorizado y conmovido, y luego descubre que está basado libremente en hechos reales y se le pone a uno la piel chinita, o en este caso tailandesa supongo.
Calificación: Bastante Bien