Janis (una majestuosa Penélope Cruz) se enamora de un reconocido arqueólogo forense (Israel Elejalde) y después de un tórrido romance con el hombre casado, queda embarazada, y tendrá al bebe, sin importar que Arturo no este preparado para esto, por lo que una Janis soltera a punto de dar a luz comparte habitación con la adolescente Ana (milena Smit, bastante bien) que también es una madre soltera, ahí se conocen y nace cierta amistad entre ellas, Janis espera con ansias el nacimiento de la niña que desea tanto, mientras que Ana no quería embarazarse, y peor aun, no quería tener a la bebe a la que esta a punto de concebir por pura obligación, después de esto las dos siguen con sus vidas hasta que un terrible secreto atormenta a la protagonista, cuya vida cada vez es más turbia y complicada, todo esto mientras vemos los tipos de maternidad que ve y conoce el director, no solo a las dos madres paralelas del titulo sino algunas más que demuestran que cada mujer vive de forma diferente la maternidad.
Almodóvar regresa a lo que mejor sabe hacer, historias sobre mujeres, esta vez centrándose en las dos del titulo, pero con algunas más deambulando como satélites, así tenemos a Janis, una mujer que sueña y desea ser mama a pesar de que nunca he conocido un hombre que valga la pena como padre, una adolescente que de plano no quiere ser madre pero que cuando nazca su hija tendrá un cambio tan drástico que sera una madre abnegada, dándole todo el amor y tiempo a su amada hija, es decir, madurando al convertirse en madre, y la madre de Ana, la egoísta Teresa (Aitana Sánchez-Gijón, muy bien) que simplemente nunca ha querido ser madre, y que cuando nació su hija no sintió nada, mas allá de la perdida de la libertad que sentía la pequeña le había arrebatado, por lo que "soporto" los malos tratos para conseguir el divorcio y luego dejo a la pequeña Ana con su padre, porque solo puede pensar en ella, en ella y por ultimo en ella, algo que repite ahora como abuela.
Sumadas a ellas tenemos a una abuela que tomo el papel de una madre, y una madre hippie que no veía responsabilidad en ser madre, es decir, de nueva cuenta Almodóvar nos recuerda los tipos de madres que existen, y que ante todo siguen siendo mujeres individuales, y aprovecha para contar una trama que nos recuerda el cine de suspenso y drama de antaño, con un secreto que debe cargar la protagonista, las acciones que toma para ocultarlo, y las sorpresas que nos depara el guion, con todo y transiciones con clase, y temas oscuros y complejos donde la moral de la protagonista se pone en juego ¿como puede afanarse de su lucha por rescatar la moral del pasado si no es moral en su presente? es cierto, la cinta no es redonda, ese tema paralelo de los desaparecidos en la guerra civil nunca empata correctamente y parece estorbar tanto al inicio como al final, ademas de algunas escenas que parecen metidas con calzador, pero ver a Penélope Cruz actuar de esa manera, incluso cuando no habla, ver sus reacciones, sus gestos, su mirada, su tono de voz, atención a ese momento frente a la computadora donde constata sus sospechas, y ese duelo actoral con Sánchez-Gijón, Cruz carga y levanta la cinta, y eso se agradece tanto como se disfruta.
Calificación: Bastante Bien