Rebbeca (Tuppence Middleton) tiene apenas seis meses haciéndose cargo de una parroquia en un pueblo alejado de la mano de dios (nunca mejor dicho), la ministro tiene poco tiempo para su hija Grace (Evie Templeton) y no entiende muy bien el proceder de los lugareños, pero cuando comiencen las festividades del lugar, con un extraño ritual donde el Lord Misrule (Ralph Ineson con esa voz profunda) del título original expulsa a un demonio pagano la cosa se pone color de hormiga, la pequeña desaparece en plena festividad, cuando todos estaban bailando, y nadie sabe nada, es más, al día siguiente la policía no parece muy preocupada por encontrar a la pequeña, no tienen apuro alguno, por el contrario intentan llevarse todo lo de la habitación de la niña, lo mismo sucede con los residentes del pueblo, todos visitan y hacen acto de presencia con la ministro, pero nadie se ve realmente preocupado, de hecho las risas y caras sonrientes predominan.
Frente a esto Rebbeca no lo soporta, y empujada por unas extrañas visiones que ve en sueños se obsesiona con encontrar a su hija, esto la lleva a que empiece a desentrañar los secretos del pueblo, su turbio pasado que debió ser expiado por el cristianismo, y como todos actúan de forma extraña, como si escondieran algo, o supieran más de lo que aparentan, hasta el marido (Matt Stokoe) parece ligeramente desinteresado en el tema, o quizá demasiado estático esperando que la policía haga todo, es decir, estamos ante una reinvención, nueva versión, o película inspirada en el inalcanzable "The Wicker Man", por supuesto no le llega ni a los talones, pero el ambiente está bien conseguido por el director, y las actuaciones de los secundarios; de las dos mujeres mayores realizadas por Miri Tremlow e Ida Tremlow, la peligrosa violencia de George Furleigh y el increíble cinismo grosero de la niña Alexa Goodall, junto a las de los demás dan en el blanco.
Logrando que en realidad nos sintamos incomodos, como si todo el mundo estuviera loco o fuera peligroso, o ambos, además Ineson logra transmitir psicopatía aun con mascara, en cuanto a lo demás de la trama, siempre sabemos hacia donde se dirige la trama y que es lo que sigue, inclusive el final que se cree rompedor, desde mi butaca no creo que lo sea, pero para entonces el ambiente ha logrado ganarnos, y todo el mundo está convencido de participar en esta locura pagana, así que cuando llegamos al final con ese ente casi en close up no queda más que admitir que estamos ante una buen cita de terror, que logra su cometido sin hacer uso tramposo de jump scares ni subidas de tono súbitas, solo con una historia tétrica que hasta la fecha no parece tan increíble, no solo porque desde antes se practicaban estos rituales a sádicos dioses paganos, sino porque el hombre más que nunca parece buscar ídolos donde sea y como sean.
Calificación: Regular