La poco fiable Sandra (Sandra Hüller, fantastica) tiene una conversación con una chica que se supone es una entrevista pero que a todas luces se convierte en una cínica coquetería, que es interrumpida por una versión instrumental de "PIMP", que se repite una y otra vez, cada vez más alto, desde el ático donde el marido de la escritora, el también escritor Samuel (Samuel Theis, bien) está trabajando en una remodelación interminable, frente a esto Sandra no tiene más opción que terminar la entrevista no sin que nos demos cuenta que la relación de este matrimonio más que una farsa, es una olla de ebullición que en cualquier momento puede explotar, luego de esto vemos al hijo de ambos, Daniel (Milo Machado-Graner, bastante bien), un niño ciego que pasa todo el tiempo con su perro guía Le Chien (el perro Messi brillando cada que aparece), al salir a dar un paseo donde arroja palos indiscriminadamente el niño vuelve solo para encontrarse guiado por su perro con el cadáver de su padre en la nieve, donde supuestamente cayó desde la ventana donde trabajaba.
Pero cuando la policía note las decenas de inconsistencias de Sandra, que se supone estaba dormida durante el percance, que algunas pistas no cuadran, y que la relación de ellos no era tan "idílica" como se suponía, esta se volverá la principal sospechosa, cada vez con más cosas apuntando en contra de ella, algo en lo que tampoco ayudara su sombría personalidad, así que mientras avanza el juicio lo que en un inicio parece el accidente que ocurre en la mala fortuna de suceder en medio de una relación quebrada, va evolucionando a ser, o un suicidio muy extraño, o un asesinato muy bien ejecutado, en medio de una relación tan tirante, que escuchamos un audio desgarrador ya avanzado el juicio, donde queda exhibido el carácter de cada integrante de la pareja, de parte de Samuel, un tipo inseguro, depresivo, abusado, sumiso y débil de carácter, de parte de Sandra, una egocéntrica narcisista que no tiene empacho en robar las ideas de su marido, que vive su sexualidad libremente sin nada de responsabilidad afectiva, que odia tener que tratar y convivir con su hijo ya que aborrece las responsabilidades y que es cínica y violenta a tal grado que uno termina de escuchar el audio, tan o más incómodo que los que están en el juicio.
De la misma manera la imagen que tenía Daniel de sus dos padres se va destruyendo, pierde el respeto por su padre por el que llega a sentir lastima, e incluso teme a su madre de quien descubre una faceta turbia y perturbadora, pero al mismo tiempo Sandra nunca le exige ni lo manipula, por lo menos no de forma directa, y es aquí donde tenemos el personaje más interesante del filme, Sandra no solo es una persona monstruosa, sino que sus actitudes dejan siempre claro que tiene mucho que esconder y se le dificulta demostrar sentimientos que en cualquier persona serian normales, es decir, se comporta de tal forma que aunque pensemos que es inocente, nos genera dudas, y al mismo tiempo maneja una máscara de imparcialidad para con los demás que es donde genera dudas sobre su inocencia, por la misma manipulación que logra, no solo con los personajes con los que trata, sino con el respetable que la ve por la pantalla, y así seguimos, en un interesante juicio, siempre lleno de ambigüedades y dudas, que al final revela sus cartas con ese flashback engañoso, el único que se ve distinto, y que es narrado en lugar de mostrado, cosa que para un servidor deja muy clara la solución de la situación, más aun con el temor de Daniel, y ese abrazo casi obligado, ya tenemos una decisión del jurado, pero para Daniel siempre existirá la terrible duda, la misma con la que tendremos que conformarnos.
Además el guion coescrito por Triet hace una muestra real del sistema de justicia, no tanto por cómo se maneje un juzgado, sino porque muestra los errores de los mismos, la falta de pruebas como parte de ayuda para la inocencia de una persona culpable, la desestimación de pruebas científicas, pero el gran peso que tienen sobre los que deciden las platicas, las palabras, las situaciones etéreas, justo por ello este complicado juicio se decide por las palabras de un pequeño, por el sentir que causa en los demás, por una ¿actuación? que toca fibras sensibles, algo que nos demuestra la inteligencia de la directora, que de la misma manera tiene a Daniel su justicia ciega, ciega pero no sorda, no muda, y por supuesto no ajena a intereses personales, al final Daniel se decide, porque eso le aconsejo su cuidadora, la critica de la directora es clara, con ese consejo final, la reticencia y el casi temor de Daniel para con su madre que en un flashback claro pero tramposo decide todo, después de siglos de depuración del sistema de justicia penal, sigue tan terrible como siempre, la justicia podrá ser ciega, pero por sobre todas las cosas, convenenciera.
Calificación: Notable