El ético, moral, profesional, dedicado, familiar, trabajador, familiar y patriota Jeremiah O'Keefe (Tommy Lee Jones luciendo después de no verlo un tiempo) es un empresario que tiene ocho funerarias y una empresa de seguros en Mississippi, es decir ha construido un negocio exitoso que espera dejar como patrimonio para sus trece hijos e incontables nietos como con él hiciera su padre, pero esta pasando por apuros económicos asi que acepta vender tres funerarias a una poderosa corporación cuyo dueño Ray Loewen (Bill Camp, adecuadamente detestable) no le cae nada bien a Jeremiah cuando suben a su lujoso barco con langostas y vinos caros, y que habla de las personas como números, pero como lo necesita cierra el trato, por supuesto es obvio que debido a los problemas que tiene el buen Jerry los abogados de Loewen decidieron que lo más viable es tenerlo atrapado con ese contrato sin cumplir hasta que quede en bancarrota y así comprar no solo esas tres, sino todos los negocios, por un precio de risa.
Debido a esto Jerry acepta demandar, el típico caso del honorable, bonachón y ético David contra el inescrupuloso, maquiavélico, y malévolo Goliath capitalista, pero Jerry no es idiota, aunque al inicio cree que la justicia es ciega - cuestión que luego descubre es falsa - sabe que como el juicio sera en una población negra necesita un abogado negro, nadie mejor que el parlanchín labioso y rimbombante de Willie Gary (un alocado Jamie Foxx en un personaje que le queda como anillo al dedo con su típica sobreactuación) un abogado experto en lesiones personales que sabe como manipular a los jurados, y que ama la buena vida, con una lujosa mansión que incluso sale en programas y un jet privado, pero como no ha perdido en 12 años no esta seguro de tomar un caso que no sabe a ciencia cierta si ganara, en contratos contractuales de lo que sabe poco o nada, pero aun así es convencido por el joven abogado Hal (Mamoudou Athie, una bienvenida sorpresa) de que lo que ven es solo la punta del iceberg para un caso que esconde mucha más carne.
El detalle es que el astuto Ray sabe también como jugar las cartas, así que contrata solo exitosos y famosos abogados negros liderados por una mujer negra, teniendo de esta forma el combo completo para ganarse al jurado, ademas de que Mame (Jurnee Smollett, bien) es una abogada impecable, de esta forma asistimos a un juicio donde nos reímos de las correcciones políticas que desde mediados de los noventa regían el mundo, sin olvidarnos del melodrama de juzgado que nos pone abogados labiosos y sagaces, equipos de investigación que descubren secretos, el enfrentamiento de un equipo de negros contra uno mixto que tiene roces al grado de que el abogado Mike Allred (Alan Ruck, bien) causa cierto problema que causa un punto de quiebre, pero como siempre en estas cintas, las vueltas de tuercas y sorpresas aparecen por doquier, cambian la jugada, y cuando los testigos están en el estrado el juego puede cambiar de un momento al otro, siempre con tensión, siempre emocionante.
La directora Betts y su guionista Doug Wright lo logran, nos metemos de lleno en la lucha desigual, y principalmente aprovecha un reparto de ensueño donde la disparidad del héroe de guerra y guardián civil Jerry choca con el egocentrismo dolido de Willie, uno de verdad se interesa, y por ello desea que gane el bien, casi aplaudiendo aunque de antemano sabemos el final, pero la entereza de Jerry y la paciencia de su esposa (Pamela Reed) hacen que deseemos con ansias su victoria, porque la merecen, y más que nada, como Jerry sabe y después Willie comprende... porque esa inescrupulosa corporación lo merece.
Calificación: Bien