Este mediometraje documental intenta mostrarnos que es lo que ocurrió durante esa cuarentena a la que se vio obligada el crucero "Diamond Princess" en los inicios de la pandemia, y en cierta forma lo logra, con imágenes tomadas de redes sociales y de grabaciones de los mismos tripulantes del crucero la película evita las recreaciones y deja con mucho menos tiempo a las cabezas parlantes para darle prioridad a las grabaciones realizadas en el mismo momento en que ocurría la crisis y que demuestran que ni las autoridades sanitarias ni los gobiernos tenían idea de que estaban haciendo; pruebas que se contradicen, medidas sanitarias cambiantes, evitar el acceso a la información, y ocultar información vital solo son algunas de las cosas que vemos durante el documental.
Aquí vemos a diferentes personas, en su mayoría parejas, que vivieron la situación de diferente manera, a algunos los separaron, otros salieron más pronto, todos con la aprehensión de no saber que sucedía ni con ellos ni en tierra firme, encerrados en camerinos de lujo sin vista afuera que demuestra que hasta lo más lujoso tiene su lado oscuro, todo esto logrado por un montaje muy bien pensado y un ritmo que evita reiterar las situaciones, eso si, no es un gran documental ni nos dice nada que nos sepamos, pero resulta interesante ver como vivieron, mejor dicho sufrieron, esos días, ademas queda clara la brecha de clases por como trataron a los trabajadores del lugar que trabajaron incansablemente para que los invitados siguieran tranquilos mientras ellos se arriesgaban sin medidas sanitarias, este tema, visto hasta en los cerditos, se toca por casualidad y es el que termina haciendo más ruido, hasta en las pandemias los perros son de diferente razas.
Calificación: Competente